Capítulo 20

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Michelle

—Tengo hambreeee —me tiro hacia atrás en mi silla

—Quedan exactamente dos minutos para que toquen para el recreo, aguanta un poquito más —me dice la Pau— ahora, pásame la 6

Le paso mi cuaderno mientras el profe entregaba los controles de la semana pasada revisados.

—¿Cómo te fue? —me pregunta la Pau

—Seis tres, ¿Tu?

—Cinco dos, pensé que me iba a ir peor —se ríe— pa la próxima te copio las respuestas

—Hay que planear la estrategia —justo tocan el timbre— ¡Sí! —me levanto feliz de la silla y el profe se me quedo mirando— sorry, profe

Saco luca de mi mochila y la pongo en la carcasa de mi celu, tomo de la mano a la Pau y salimos de la sala.

—Vamos rápido, antes de que se llene el quiosco —bajamos rápido las escaleras— oyep, ¿Sabi cómo va el Julián?

—No hablo mucho con él, pero el tío le dijo a mi papá que estaba mejor ahora, quizás mañana venga al cole, pero no lo dejaron que fuera a natación

—Buuu, que mal, pero... —choco con alguien— chucha, perdón —veo a la persona y cacho quien es

—Hola, Michelle, hola, Paulina —nos saluda el Joaco

—Oh, hola —lo saludamos la Pau y yo

—Oigan, ¿Saben algo del Julián? Es que no ha ido al entrenamiento de natación

—Le dio influenza, pero mañana viene —le dice la Pau

—Lo más probable es que no vaya a la práctica de natación, porque recién se está recuperando —le digo

—Ah ya, gracias por decirme

—¡Joaco! —lo llama un tipo y sube las escaleras— Oh, hola, bonita —y tenía que ser ese culiao

—Hola, y no hay de que, Joaco —tomo a la Pau de la mano y seguimos bajando

—¡Bonita! —grita y me doy vuelta— ¡Medio beso el del viernes! ¡Ya quisiera ser el Lalo para que nos comiéramos así!

—¡Ni en tus mejores sueños, tipo del desodorante!

Con la Pau seguimos bajando las escaleras anta que llegamos al primer piso. Estábamos pasando por la cancha mientras conversábamos sobre los electivos, y justo nos encontramos con los amigos del simio.

Lo que faltaba

—Hola, Michelle —me saludan el Pipe y el Juancri

—Hola, linda —me saluda el Gonza y me da un beso en la mejilla, lo cual es raro— nos vemos después —sigue caminando como si nada

El simio con cuea me ve y solo sigue avanzando junto con sus amigos. Ya no sé cuál de los dos es más raro, el Gonzalo o el Maximiliano.

—Pau, es que te juro que no entiendo a el tipo ese —le digo cuando llegamos al quiosco

—¿Cuál de todos?

—El Gonzalo, un día es súper simpático al día siguiente un pesao culiao y después me ignora —suspiro y paso las manos por mi cuello— es un weon tan exasperante, ¿Qué es lo que quiere conseguir haciendo eso?

—No tengo idea —se sienta al lado mío en el lavamanos del camarín— pero lo más probable es que sea un truco para que te guste 

—¿Acaso estamos en alguna novela de wattpad? ¿En qué momento entramos en la Rosa de Guadalupe y no me entere? —la Pau se ríe y me mira seria

Entre cuicos [Chilena] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora