Michelle:
No sé qué wea es peor. Estar en malas de nuevo con el simio, bueno no es tan así, es más como... dejémoslo en que me odia, creo que es la manera más sencilla de describir nuestra "relación" ahora.
Al punto, no sé es peor, que el simio me odie o que el Gonzalo me esté hinchando porque nos comimos o que ahora estoy de "socia" con el Alonso —Cuál de todos más hincha ovarios—
—Michi —veo al enano en mi puerta— está lista la cena
—¿Qué hora es? —me siento en la cama y veo mi celu— ¿En serio ya son las seis?
Parece que estuve toda la tarde tirada en mi cama viendo el techo y pensando en esos weones hincha ovarios, que mejor.
—¿Vamos? —el Ari me extiende su mano para que la tome
—Sí, pero déjame cambiarme el uniforme primero, sino me van a decir que no hice ninguna wea en la tarde
—¡Michi! —me reta el Ari
—¿Qué?
—Dijiste una mala palabra
—¿Lo hice? —rebobino para poder recordar lo que dije— chucha verdad —el Ari se cruza de brazos y me doy cuenta de que dije otro garabato— perdón enano, es que de repente se me salen demasiadas weas y después me doy cuenta de que la cague... chucha lo dije otra vez, mierda... concheturame, ¡Puta la wea! —el enano se empieza a reír— no te rías de mi desgracia, y sorry no voy a decir más garabatos en frente tuyo o al menos lo voy a intentar
—¿Me lo juras por la garrita? —extiende su meñique
—Por la garrita —enlazo mi meñique con el suyo— si quieres pon la tele en lo que termino de cambiarme ropa —entro a la pieza chica y me cambio ropa
Solo me puse unas calzas y un poleron militar grandote.
—Toy lista —salgo del closet y veo al enano acostado en mi cama viendo tele
—Qué bueno, ya me estaba dando hambre —se para y me toma de la mano para bajar a la cocina
En la escalera lo tomo a caballito y juntos nos vamos riendo hasta llegar al comedor con todos, lamentablemente para mí ahora éramos muchos más en la mesa de lo que esperaba.
—¡Papá! ¡Mira! Así soy más alto —le dice el Ari y todos se giran para vernos
—Así parece, ahora baja de la espalda de la Michelle sino después le va a doler —el Luis nos sonríe y después veo que el enano hace un puchero
—Perdón, no sabía que te podía doler la espalda —baja su carita y mira el suelo
—No te preocupes enano, si me doliera la espalda te lo habría dicho, eso significa que van a haber más paseos a caballito así que no te preocupes —lo chasconeo y se sienta en su puesto en la mesa
Me iba a sentar, pero siento que alguien se pone detrás mío y me da un escalofrió.
—¿Ahora vas a escucharme? —escucho la voz del Gonzalo bajito para que solo nosotros escuchemos
—¿Dijiste algo? —me siento al lado del Ari en la mesa y no lo pesco
Pero como el universo no me quiere, su puesto era justo el que estaba enfrente mío y al lado de él estaba el simio —¿Alguien quiere cambiar de vida? Les entrego a toda la monada con moñito y se los dejo en su casa—
La comida iba muy tranquila, bueno tranquila entre comillas. Primero el weon del Gonzalo me pegaba en las piernas por debajo de la mesa y el simio me mira feo cada puto segundo, para colmo me quemé la lengua cuando comí un poco del guisado.
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Entre cuicos [Chilena] #1
Teen FictionDonde la Michelle tiene un giro de 180 grados en su vida cuando su mamá se casa con un hombre con plata, pasa de una vida en el barrio a una de cuica. Esta nueva vida le traerá amigos, amores y muchos problemas nuevos, todo esto por estar entre cui...