Entre cuicos [Chilena] #1

Capítulo 15

Michelle:

—A la horita que me veni a contar eso po, Lourdes

A esta, la que se hace llamar mi mejor amiga, me viene a contar recién ahora lo que el rusio rico y ella hicieron después de lo que paso con el culiao del Seba con la Mia.

—Weon, yo ya pensaba que se habían comido, que habían culiao y que ahora iba a tener que hacer el baby shower porque voy a ser tía —siento un golpe en la cara, porque esta me pego con un cojín y la wea fue fuerte— ya pero pa que tan agresiva, yo solo decía —me vuelve a pegar— ya, ya, paro, paro

—No te conté en el momento porque se me olvido y esta semana estabai ocupada con el colegio, tu misma me dijiste

—Ay, si cierto —me rio y me vuelve a pegar— ya si ya, perdón pendón

—¿Te enojaste?

—Eso debería preguntarte yo a ti, ¿No? Quien fue la que me pego porque dije que se habían comido y después culiao —me iba a pegar de nuevo, pero puse mis brazos— sorry, no me pegues —se relaja y deja el cojín a un lado— pero acuérdate, sin gorrito no hay fiesta

Salgo corriendo porque la Lou empieza a seguirme por su casa con el cojín en la mano intentando pegarme.

—TÍAAAAA, SU HIJA ME QUIERE MATAR —grito por la casa

Tocan el timbre y abro rápido la puerta antes de que la Lou me alcance. Los giles pasan y me escondo detrás de ellos pa que la Lou no me pegue.

—¡Michelle López, sal de ahí! —me grita

—¡No! ¡Me vas a matar con ese cojín! —me escondo en la espalda del Juano— ¡No vei que si yo muero no voy a poder tener hijos con Dylan O'Brien!

—¿No que ibai a tener hijos conmigo? —me dice el Juano

—Sí, sí, contigo también —me agacho porque justo la Lou me tira el cojín— ¡LA LOURDES ME QUIERE MATAR! —corro al living con ella detrás de mí

Corremos durante un rato más mientras ella me persigue con el cojín hasta que las dos nos cansamos y nos tiramos al sillón.

—¿Bandera blanca? —le digo

—Solo porque estoy cansada —deja el cojín en el suelo

—Ya, pero igual tengo razón —las dos nos reímos

Y así, damas y caballeros, pueden ver nuestra amistad bipolar. Gracias, gracias, damos clases todos los jueves.

—¿Nos van a decir por qué estaban que se mataban? —el Joseph se sienta en uno de los sillones de al frente junto con el Manu y el Juano

—Porque dije que la Lou con el rusio ric... —la Lou me tapa la boca

—Cosas de nosotras, ¡Ah! Pa que me chupai la mano

—Pa que saqui tu mano po

Tocan de nuevo el timbre.

—¿Ese es el Diego? —dice la Lou— ¡Conchetumare! ¡Todavía no estoy lista! —se levanta rápido y corre a su pieza— ¡Que alguno de ustedes le abra, porfa! 

Me rio por la forma en la que se desesperó cuando cacho que era el Diego, hay que lindo es el amorsh.

—¿De qué te ríes? ¿Acaso estás lista, diablita? —me dice el Juano con una sonrisa

—Chucha, verda —salgo como la Lou— ¡Ya vuelvo!

Con la Lou nos terminamos de vestir y la ayudo a hacerse el delineado. Mientras ella se ponía las zapatillas yo me terminaba de poner rímel.