Entre cuicos [Chilena] #1

Capítulo 26

(Cambiamos un par de cositas en los capítulos anteriores, pero no es nada que cambie la linea temporal, sou don't worry be happy <3)

Michelle

—¿Cuánto falta para las vacaciones de invierno? —me hecho en la mesa mientras me pongo el gorro del polerón, haciéndome una mini cuevita—. Estoy chata del colegio.

—Como todos, Wachi —me dice la Pau—. Como todos.

—Creo que faltan como un mes para las vacaciones —el Juli revisa su celular y corre una silla para sentarse al lado de nosotras—. Oigan, alguna hizo la tarea de mate.

—Puta la wea —murmuro y me tiro de nuevo en la mesa—. ¿Me puedo morir justo ahora?

—Tu dale nomás, yo te apaño —la Pau se tira en su asiento igual que yo y bosteza—. Más encima estoy caga de sueño.

—Por dos —el Juli se sienta en el puesto que está enfrente de nosotras y se apoya en nuestra mesa—. ¿Qué vamos a hacer con la tarea?

—¿Es importante? —le pregunto y asiente—. ¿Nos van a dar décimas o es con nota acumulativa?

—No tengo idea —me dice y lo miro feo—. Yo solo dije que era importante, pero no tengo idea de porqué.

—Agh, a veces te odio tanto —murmuro.

—La Miche se nos puso agresiva —dice la Pau y me saca la lengua cuando la miro.

—Sorry, es que anoche me quedé despierta hasta tarde.

—¿Por qué? ¿Qué hiciste qué te quedaste hasta tarde?

—Pues... me quede hablando con los giles y después me quedé viendo Stranger Things, vi caleta de capítulos y cuando me di cuenta ya eran las tres de la mañana —bostezo y me estiro—. ¡Santi! —le grito a uno de mis compañeros y me mira—. ¿Sabes para qué es la tarea de mate?

—Es una nota acumulativa.

—Puta la wea, agh —vuelvo a mi cuevita, pero me pego en la cabeza porque no calcule bien el espacio de mis brazos—. Concha... —murmuro—. Quiero dormirrrr —me quejo—. O un café en su defecto.

—Vamos po —me dice el Juli.

—Están por empezar las clases, quedan... —reviso la hora en mi celu—. Siete minutos, no alcanzamos a ir al casino y volver antes de que llegue la profe.

—¿Y quien dijo que íbamos a volver a la sala? —sonríe como el gato ese de Alicia en el país de las maravillas.

—¿Quién eres y qué hiciste con mi primo? —le dice la Pau—. ¿Desde cuando tan rebelde? ¿Algo que me quieras contar Julian Carrasco?

—Tengo hambre, no hice la tarea y esta weona esta que putea a medio mundo por decirle hola, así que... creo que es el mejor momento para faltar a clases.

—Buen punto —afirma la Pau—. Tomemos las mochilas y nos vamos piola al casino.

Los tres nos pusimos tipo misión imposible y salimos de la sala sigilosamente para que ninguno de los sapos de nuestros compañeros nos cachara, después subimos la escalera de lo más normal y nadie nos dijo nada.

Estaba hablando con la Pau que venía detrás mío y no caché que alguien venía bajando, por lo que chocamos.

—Sorry, ¿Estás bien? —pregunto, porque fue mi culpa por no mirar para adelante.

—Uhh, la Michelle siendo amable, pa mi que va a llover hoy —me webea el Alonso y le saco el dedo de enmedio.

—Me arrepiento de haber dicho que me caías bien —paso por al lado de él y sigo subiendo las escaleras.