Capítulo 19

680 54 16
                                    

Michelle

En estos momentos es sábado, diría que es sábado con ese de ¡Satanás sal de este cuerpo que quiere perreo!, pero digamos que no estoy de ánimos.

Ayer, después que salí del baño me encontré con la Pau y nos quedamos en el patio con el Julián hablando de la life. Era lo mejor en especial después de ese jueguito raro.

Más tarde nos fue a buscar el señor Ricardo y parecía que el simio tomo mucho, porque su amigo, el Pipe, lo llevaba colgando de un brazo. Nos fuimos el simio, el Pipe, la Pau y yo en el auto, ninguno hablaba porque estábamos todos cansados, creo.

Cuando llegamos al castillo la Pau y yo nos fuimos a dormir a mi pieza, lo que paso entre ese rato hasta que me desperté es nulo para mí.

Lo malo es que hoy soñé con la wea de anoche, era como si todo volviera a mi cabeza, lo bueno es que la Pau estaba conmigo sou igual no pensé tanto en eso. Después de tomar desayuno la Pau se jue pa su casita, le dije que la iba a dejar, pero me dijo que no porque primero se iba a encontrar con la Cami —ay el amorsh—

Me fui pa la cocina y saque un paquete de galletas, porque sigo teniendo hambre, aunque recién tome desayuno, en fin, la hipopocratenusa.

Llegue a mi pieza y cuando me tiro a la cama la escena de anoche vuelve.

Puta la wea, pinche cabeza déjate de recordarme la caga que me mande anoche.

Fue un reto después de todo, no hay nada que pensar. Nos retaron a hacerlo y lo hicimos, punto final, ya que se haya extendido un poco es otra cosa, pero nada importante.

No tiene que ser raro, ¿Verdad? Igual inicie hablando con él, aunque sabía que solo se quería pelar conmigo, así que no, lo que paso ayer no tiene que cambiar nada como están las cosas. La cosa va a ser tener que verlo casi todos los días, porque ya que pasa más aquí que en su propia casa.

—Michi —escucho al enano al otro lado de la puerta— ¿Puedo pasar?

—Sí, entra nomás, enano

Como estaba acostada boca arriba en la cama y con la cabeza afuera veía al Ari al revés y me dio risa.

—¿Qué estás haciendo? —se acerca a mí

—Estaba viendo si doy vuelta el mundo sería mejor, pero al final solo me está doliendo la cabeza —me enderezo, pero como lo hice muy rápido me maree un poquito— ¿Paso algo, enano?

—Nop, solo estoy aburrido y no sé qué hacer —se sube a mi cama y apoya su cabecita en mis piernas

—Es entendible —le hago cariñito en el pelo— ¿Quieres ayudarme a ordenar unas cosas? Es fome, pero al menos no vas a estar aburrido, si quieres ponemos música y lo hacemos más entrete

—Siiii, yo pongo la música —dice feliz

No les conté po, la cosa es que la semana pasada el Luis me compro, así como un librero, dijo que así podía tener las cosas del colegio más ordenadas y pues ahí está, sin nada, vacío, mientras mis libros están en el sillón, encima del escritorio en la silla, en la cama, en fin, en todas partes.

Empezamos a poner los libros del colegio en el librero, también unas carpetas que me compro mi mamá para dejar las guías y las pruebas. Después pusimos los cuadernos mientras bailábamos y cantábamos con el Ari.

—She hit the floor, next thing you know, shawty got low, low, low, low, low, low, low, low —cantábamos los dos mientras nos movíamos por la pieza

En una los dos corríamos de un lado a otro deslizándonos por el suelo, como andábamos con calcetines y el suelo era piso flotante, pareciera que estuviéramos patinando.

Entre cuicos [Chilena] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora