You are not Alone [Changki]

XXVII

Él tira de mi muñeca con una sonrisa en sus labios. Yo corro junto a él riendo porque por alguna razón se nos hacía gracioso el llegar tarde a clase. Él se para en seco, volviendo a tirar de mí para que no me alejase. Me pega a su cuerpo. Me besa. Nos convertimos en uno durante unos segundos.

– Changkyun...

– Uhm, solo unos besos más.

– El profesor Ahn no nos va a dejar entrar si llegamos tarde.

– Mejor, más tiempo para poder besarte.

Más risas. Más besos. Más amor.

Se puede decir que somos pareja. Ninguno de los dos le pregunto al otro, simplemente dejamos que nuestros sentimientos salgan a la luz y sonreímos constantemente.

Changkyun tiene una faceta romántica que no me llegué a imaginar que tendría. Cada vez que podía me besaba, me decía cosas para simplemente hacerme sonrojar o hacer que le golpeé mientras un grito con las palabras "¡Changkyun!" salieran de mis labios, haciendo que el contrario riese alto, contagiandome la sonrisa. Nunca llegué a imaginar estar en esta situación con él. Donde solo estamos risas, sonrisas y cariño.

– ¿Dónde quedó el Kyun tímido que a penas era capaz de mirarme a los ojos? – Lo separo de mí, tomo su mano y la entrelazo con la mía, obligándolo a caminar a paso rápido junto a mí. No me apetecía llegar tarde, no era algo de mi agrado.

El contrario ante mi pregunta simplemente se encoge de hombros, recolocándose de paso la mochila que cuelga de su espalda.

– Decidió irse. Me dijo que si Ki sentía lo mismo por mí, no tenía por qué seguir existiendo.

– Eres bipolar, ¿lo sabías?

– Te enseño los papeles del psicólogo si quieres. – Ante sus palabras, mi puño golpea su hombro, haciendo que el menor hiciera una mueca de dolor muy exagerada y se acariciase la zona golpeada.

Llevábamos así desde hace un par de semanas. Cuando cruzábamos la puerta del instituto actuábamos como simples amigos, aunque a veces nos echábamos miradas cómplices que pilló Minhyuk más de una vez, mirándonos con una ceja alzada.

Hablando de Minhyuk, no nos volvimos a hablar a pesar de estar prácticamente viéndonos todo el rato. Incluso más de una vez Changkyun se alejaba un paso de mí al notar la insistente mirada de mi amigo en nosotros mientras hablamos en algún punto del pasillo. Por suerte no hubo ningún incidente desde el último. Cada vez que nos encontrábamos o a Jooheon o a Hyungwon, siempre buscamos la manera de escapar. A penas dejaba a Changkyun solo. Sé que yo no soy una gran defensa, pero al menos puedo saber si está bien o no. Al contrario no parece importarle, incluso dijo que le parecía tierno que me preocupase por él.

– ¿Estás enfermo? – Pregunté una vez la semana pasada. El moreno tenía en su mano un brick de leche de fresa que le traje de casa. Sabía que le gustaba porque en mi casa, una vez lo aceptó cuando se lo ofrecí. – No estás comiendo.

El menor soltó una risa y negó un par de veces.

– Solo pensaba. Te preocupas mucho por mí. Es tierno.

– Oh, lo siento si te ha llegado a molestar. – Un poco de vergüenza me recorre el cuerpo, haciendo que baje la mirada. Aunque la risa del contrario hace que levante la misma

– ¿Incomodar? Para nada. Me gusta. Me haces sentir protegido. Si me llega a molestar en un futuro, te avisaré.

– Eres un cielo.

Me incliné para besarle, pero al recordar que estábamos en el instituto, intenté disimular haciendo como que le quitaba algo del cabello. No pude evitar ponerme nervioso. Sobre todo porque en la hora del descanso, cualquiera nos puede estar mirando y no queremos que nos digan nada un grupo de personas en especial.