XVI Estrella

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Décimo Sexta Estrella 
Uncanny;
Entre el barco pirata, la pancha y el mar
Todo se limitaba a los ojos cerrar y sin miedo saltar
Nadie tenía idea de lo que podía pasar
Pero correr y saltar es lo único que necesitas para volar

Esa mañana el Sol no se puso su brillante corbata y salio por todo lo alto con una mirada radiante. No, el astro rey se quedo en su cama de nubes abrazando a la Luna que en sus brazos dormitaba completamente agotada. Ambos descansaban en un mar de nubes oscuras que solo dejaban pasar uno que otro rayo de luz, mientras el cielo gris amenazaba nuevamente con llorar. El viento silbaba con melancolía en medio del gélido aire que tentaba a unos más que otros. Mala suerte para esos que tenían que salir de su lecho, y una increíble para los que podían quedarse y compartir otro rato más entre las sanabas compartidas y solitarias.

Lo que nos llevaba a la residencia Scott-Garrick y así mismo; a cierto lecho compartido por un piloto y un forense. No pasaban de las 08:00AM ya que la alarma programada en el despertador del rubio había hecho su trabajo y obligo a ambos jóvenes a abrir los ojos. Barry hizo lo posible por tomar el dispositivo para apagar la alarma y ver de que se trataba, dándose cuenta de la realidad en la que se encontraba y el día especial que era. No podía permanecer en cama, menos sabiendo que tenía muchas cosas por hacer, comenzando por cierto desastre de ropa y agua de lluvia que aun permanecía en el piso de la sala.

La alarma correspondía al "28 de Mayo", y eso solo significaba una cosa y en este caso dos dadas las circunstancias en las que se encontraba.  - Hal, Hal,... Vamos dormilón, ya despierta - Pedía el Omega con la mayor delicadeza posible entre murmullos en lo que acariciaba aquellas hebras castañas esperando más respuestas que pequeñas quejas incomprensibles. - Vamos Hal, Hay que arreglar todo abajo, también tengo que terminar la caja de mi padre, de seguro el Sr, Freeman enviara pronto los documentos que necesitamos, y... - Iba a decir algo más cuando sus labios fueron apresados por un beso inesperado. 

Uno gesto tan dulce y apasionado en lo que el Alpha envolvió al Omega con sus brazos y lo arropo con su cuerpo propio en medio de un húmedo y fogoso beso que no se detuvo hasta que ambos quedaron sin aliento.  Fue así que el castaño pudo fijar sus ojos pardos en el forense que tenía los ojos cristalinos y ardientes mejillas teñidas en un color carmín que iban perfectamente con sus labios temblorosos de cereza. - Buenos días, también te amo Bear... - Confeso al fin antes de apegarse al Omega que correspondió con ternura su gesto. - También te amo Hal... - Confesó  antes de ambos levantarse a regañadientes del lecho.

Tras tomarse un poco de tiempo para sus respectivas rutinas diarias y cambiarse, bajaron a la sala para cerciorarse de que todo estaba bien y no habían sido descubiertos en el proceso y podrían respirar un día en la tierra. En lo que el castaño se encargaba de secar lo que quedaba de agua y verificar todo en el patio, era el rubio que se dio la tarea de lavar la ropa y con un extremo cuidado la chaqueta de aviador de su amado, sabiendo que gran significado que tenía para este. Barry busco todas las cosas que siempre le enviaba a su padre y dejo a Hal a cargo de acomodarlas en la caja de regalo para que el pudiera encargarse del desayuno. 

Ahora que lo recordaba, la suerte si les había sonreído para que su pequeño y hermoso momento no hubieron sido descubierto. Pues sus tíos tuvieron que trabajar hasta tarde y para remate, irlos a buscar a la fiesta de graduación (La cual no termino precisamente temprano). Jay tuvo que hacer una revisión completa de todos y cada uno de los casos del mes y archivarlos como era debido, algo muy tedioso en realidad. Mientras tanto era Alan quien tenía que hacer horas extras, ya que estaba trabajando en una vía férrea especial que iba a tener como protagonismo el primer tren bala que uniría las ciudades, algo simplemente alucinante. 

Finding Neverland ~ HalBarry OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora