XXI Estrella

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Vigésima Primera Estrella
Serendipia;
Porque mi libro favorito
Siguen siendo nuestras historias
De cuando vivimos juntos
En Nunca Jamás

Los días de duelo terminaron y junto con ellos llegó una larga lista de cambios, los cuales comenzaron y terminaron con instalar a Wally en su nuevo hogar. Con la ayuda de Augustus y el debido pago por sus servicios como abogado; obtener la custodia total el pequeño pelirrojo fue un juego de niños. Literalmente. Al no estar sus padres y ser el ultimo deseo de su tía, fue fácil abogar por el hecho de que Hal y Barry serían los mejores para encargarse del infante. Opinión que secundaron todos los que fueron llamados a testificar en tribunales. Esto incluyendo los Srs. West, pues al no saber exactamente por cuanto tiempo estarían en el mundo terrenal, tenían claro que lo mejor su nieto era una familia que lo amara, respetara y velara por el.

Claro estaba que al obtener los papeles del pelirrojo junto a su apta de adopción, la pareja dejó en claro que tanto Joe como Francine tendrían total acceso para visitar a su nieto. Mas porque seguramente necesitarían algo de ayuda con sus trabajos, ya que ninguno de los dos quería dejar a Wally solo por mucho tiempo tras vivir semejante perdida. A pesar de que el pecoso sonreía, jugaba y riera haciendo bromas y morisquetas, no quitaba el hecho de que más de una noche lloro a mares en la habitación que ahora era suya. Solo para luego terminar durmiendo con sus tíos que siempre le hacían un pequeño espacio entre ellos para dormir abrazados.

Para ese entonces Hal y Barry se habían mudado a la habitación que antes era de los padres del rubio, solo para cederle la suya a Wally y dejar cuarto de huéspedes que en realidad ya tenia un par de dueños. Aunque esto era algo que el castaño aún no tenía idea y el Omega no sabía como decirle. No obstante, había algo que le preocupaba mucho más que su pareja, y eso se debía al como reaccionaría su primer hijo con la gran noticia. Esa era la cuestión más recurrente que el Omega tenía de regreso a casa para comenzar a preparar un almuerzo especial, pues to que realmente quería darle una sorpresa a aquel par.

Sin perder más tiempo llamo al piloto y le pidió que distrajera a su hijo cuando lo buscara en la escuela.Por su parte, el castaño no era tonto y luego de algunos regaños de parte del forense por haber llevado a Wally por helado antes de comer, sabía que algo tramaba. Claro que pregunto, pero cuando escucho que su Omega quería darle una sorpresa al cachorro para reconfortarlo; razones tenía y le sobraban para callarse y ayudarlo en la treta. Algo que sin duda Barry agradeció, y aunque no le gustaba para nada que el pelirrojo comiera dulces antes de la hora de comer, por ese día lo iba a dejar pasar. Y solo por ese día.

Antes de comenzar el rubio fue a comparar una serie de cosas junto a algunos ingredientes para así comenzar a preparar el almuerzo de ese día. Por suerte, tanto a Hal como a Wally les encantaba la lasaña por lo que no dio tiempo ni lugar a las dudas para comenzar a preparar una con la vieja receta que le había enseñado Iris. Cuando termino de armar el platillo lo dejo cocinarse en el horno, y así mismo procedió a hacer la segunda parte de su pequeña misión antes de que llegaran aquel par. Solo rogaba por tener el tiempo suficiente para lograr su cometido tal y como quería.

Justo cuando dieron las 3:00PM la puerta se escucho y la voz emocionada de Wally solo le decía a Barry que realmente habían pasado un buen rato. Mientras el rubio terminaba de poner la mesa con ayudada del castaño, el pequeño pelirrojo no dejaba de hablar de que Hal lo había llevado a tomar helado y a un albergue donde habían muchos animales sin hogar. Lo cual solo le decía al rubio que una pregunta muy importante y clásica de la infancia de cualquier cachorro venía en camino. ¿Podemos tener un perro mamá? Si, esa pregunta junto a un puchero en forma de suplica era algo de esperarse, pero tampoco era algo a lo que pudieran negarse.

- Creo que uno pequeño estará bien Bear, podemos buscar uno que ya este entrenado, o los que tengan cierta edad, ¿Que opinas? -  Explicaba el Alpha notando un poco pensativo a su pareja. Quizás había metido la pata al llevar al chico a un albergue de animales, pero no sabía muy bien que hacer para entretenerlo en lo que iban por un helado, y pensaba que tener y cuidar de un compañero podía ayudarlo a sentirse mejor en su nuevo hogar.

- Creo que uno pequeño estará bien, sera bueno darle un hogar a uno de esos cachorros. Pero debes de cuidarlo bien Wally.  - Explicaba Barry riendo un poco en lo que dejaba la bandeja con la lasaña en el centro de la mesa. Un amigo peludo para el pecoso iba a ser algo bueno, ya que aprendería a una buena edad sobre lo que era cuidar y a proteger a una criatura que realmente lo iba a necesitar por completo. Y el amor de un compañero jamás debía darse por sentado.

Fue así que el almuerzo paso tranquilo y entre algunas risas en lo que degustaban la comida y hablabas de sus días, siendo que esa tarde el pecoso tenía mucho que contar. - ¡Adivinen! Kyle fue transferido a mi escuela, ahora podremos pasar más tiempo juntos. -  Explicaba el pelirrojo sonriente en lo que tomaba el ultimo bocado de su platillo llenándose la boca de salsa y haciendo que Barry tuviera que limpiarlo, notando cierta "Molestia" en Hal, pues a este no le había gustado jamás que cualquier cachorro con el mínimo signo de ser Alpha se acercara mucho a Wally. Lastimosamente el pequeño azabache estaba en la lista negra con otros.

Cuando todos acabaron el pelirrojo se quedo en la mesa para poder hacer su tarea en lo que el rubio se encargaba de lavar los platos. El castaño por su parte dijo que iba a subir a la habitación para poder darse una ducha antes de bajar para ayudar al pecoso con la tarea. No obstante, así tan pronto como subió para hacer lo que había dicho, bajo volando buscando al forense que aún se encontraba enjuagando los trastes. El piloto solo pudo separarlo de ese quehacer y tras liberar sus manos húmedas le dedico un beso tan dulce como apasionado que hizo sonrojar al cachorro que se había acercado para ver que pasaba cuando lo vio correr a la cocina.

- ¿¡Es verdad!? ¿¡Eso es verdad!? - Preguntaba Hal con la voz quebrada y un tanto ronca en lo que abrazaba a su Omega y no podía evitar que algunas lagrimas cristalizaran sus ojos pardos. El rubio tenía contadas las veces en que su pareja había llorado y vaya que esta era una de las hermosas y menos dolorosas de ellas. Por lo que lo acompaño en las lagrimas mientras sonreía y asentía de una forma efusiva por la verdad que recientemente había descubierto. Lo cual no podía hacer más feliz al rubio que realmente quería hacer de todo una día memorable.

- Si, eso es verdad, yo... Hay que decirle a Wally. -  Terminaba de decir Barry en lo que ambos se volvía para ver al confundido cachorro que pidieron que se acercara a ellos. El castaño no perdió tiempo de cargar al pelirrojo en lo que el rubio iba detrás y lo llevaban a su habitación donde en la cama yacía un pequeño arreglo. Una caja decorada que contenía un pequeño letrero en la tapa que decía "Estamos esperando, ¿Estas listo?" junto a una par de mamelucos en blanco y azul que tenían escrito"Hola papá" con un par de botitas de lana y un globo con estrellas que flotaba atado con una cinta ala caja.

El pelirrojo no tardo en saber lo que pasaba en esos momentos, por la forma en que sus padres estaban actuando. A pesar de su tierna edad era muy inteligente y perspicaz por lo que cuando vio el arreglo solo pudo preguntar por si era verdad y cuanto tiempo faltaba para que se volviera hermano mayor. Siendo que aún faltaban algunos meses, pero ahora tendrían que abrir otro regalo para completar el que recientemente fue abierto. Barry saco de otra caja de regalos lo que parecía un álbum de fotos hecho un diario lleno con algunos recuerdos. Entre ellos sus años de estudio, el baile, la graduación, primeros días de trabajo y esa fecha tan especial.

Un una de las paginas estaba pegada un de las imágenes del eco de sus gemelos, junto a la que iba ponerse en la primera cena familiar en la que darían la noticia a los abuelos. Wally se acerco más y pudo leer el escrito a puño y letra de su nueva mamá que decía "Nuestra familia se hace más grande", lo que hizo que le cachorro comenzara a llorar por la felicidad que ahora colmaba su corazón en lo que le decía a sus padres cuanto los amaba en verdad y cuanto deseaba poder ver a sus hermanitos. Lo cual lleno por igual de calma de felicidad a la pareja que no podía estar mas feliz con su cachorro y los que venía en camino.

Finding Neverland ~ HalBarry OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora