XVII Estrella

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Décimo Séptima Estrella 
Kairos;
Todo comenzó como un tierno juego
Y como mariposas volamos directo al ardiente fuego
Jugamos, bailamos, reímos, amamos
Y entre fervientes llamas muestro amor consumamos

Su presente, pasado y futuro se limito a convertirse y ser una cuestión de tiempo y movimientos perfectamente orquestados por el caprichoso destino que no se había contenido en ninguno de los posibles sentidos para darles tanta aventuras como desventuras y tragedias completas. Todo comenzó con un Adagio lento y majestuoso que lo acompaño en su nacimiento y primeros años de vida, antes de convertirse en un Allegretto vivaracho que lo siguió en sus primeros descubrimientos y aventuras. Siguió con un Andante moderado cuando se hizo con el libro de "El Flautista de Hamelin" y con el inicio su pasión por la música aprendiendo sobre esta y su amor por la flauta trasversa que se convirtió en su vida misma.

Sin embargo, más temprano que tarde sus vuelos en los columpios lo tiraron en la tierra, el hada de los dientes ya no dejo dinero debajo de su almohada, y el conejo de Pascua no escordio huevos de dulce en el jardín. No hubo cuentos antes de dormir, tampoco una suave canción de cuna o un gentil cobijo cuando ya entraba en el mundo de los sueños. Santa Klaus había dejado de ser un aciano regordete con sonrosadas mejillas y esponjosa barba de nieve para convertirse en su padre que se representaba mejor como el Sr. Scrooge de "Un cuento de Navidad". Dickens seguramente se quedaría perplejo para ver como su personaje más egoísta, tirano, avaro se había hecho una realidad.

Tuvo que aprender que los hay héroes de exuberantes trajes deslumbrantes, capas gigantes y superpoderes increíbles no existían más que en los cómics y series que veía en la Tv. Los valientes caballeros de brillante armadura se habían quedado en las páginas de libros mientras vivían aventuras y derrotaban dragones para rescatar a la princesa. Y el susodicho príncipe encantador montado en su fiel corcel si quiera había existido alguna vez. Y ni hablar del cuento de la cigüeña de París y la forma en que los bebes llegaban al mundo, enviados en una cesta de lana en su pico. Fue el más horrible y desgarrador descubrimientos de todos.

Seguramente se estarán preguntando; ¿Porque razón comenzaron estos horrores? Entonces la respuesta vendría dada tras la muerte de su madre a manos de su mismo padre cuando solo tenía 10 años de edad y su casta había sido anunciada. Rachel era una mujer tenaz, soñadora, inteligente y compasiva como pocas en el mundo de los negocios y los nuevos ricos que había cada día. Estas junto a millones de razones guardadas en una cuenta bancaria familiar fueron suficientes para que más de un caballero llegara a su vida y comenzara a cortejarla. Poco tiempo después la joven cometería el más grande error de su vida.

Casarse con Osgood Rathaway; Magnate, dueño y CEO de Rathaway Indistries. Un delincuente de cuello blanco, perfectamente vestido con habla lenta, elocuente y persuasiva. Para el mundo un hombre trabajador, filántropo, caritativo y visionario. Para su esposa, todo un Alpha, buen amante, un increíble padre y alguien que veía por su familia y futuro en todo momento. Para su hijo su primer héroe y su más grande villano cuando a una tierna edad descubrió la verdad. Ese Alpha que muchos amaban, admiraban y respetaban, no era mas que un vulgar mentiroso, un estafador, un canalla traicionero e infiel, y lo que era peor; Un asesino.

Solo veía por si mismo, el dinero, el poder y el control de todo lo que fuera una buena adquisición. Tanto así que poco le importo despachar a su esposa y su propio hijo cuando las cosas comenzaron a complicarse en su matrimonio a causa del clásico cliché del jefe que tenía un amorío con su secretaría que no se había quedado en su oficina. Rachel no tardo nada en pedir el divorcio aprovechando que antes, durante y pensando en el futuro (Aunque su esposo no estaba de acuerdo) habían hecho una separaciones de bienes que hasta el sol de ese día se había mantenido. Lo que le hizo más fácil poner a nombre de su hijo todas sus pertenencias.

Finding Neverland ~ HalBarry OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora