𝔎𝔞𝔰𝔰𝔞𝔫𝔡𝔯𝔞/ᴇʟʟᴀ ᴇʀᴀ ᴜɴᴀ ᴄᴏɴᴠɪɴᴀᴄɪóɴ ᴇxᴛʀᴀɴ̃ᴀ ᴇɴᴛʀᴇ ʟᴏ ᴘᴜʀᴏ ʏ ᴅᴀɴ̃ɪɴᴏ ᴘᴇʀᴏ ʟᴏɢʀᴀʙᴀ ᴘʀᴏᴠᴏᴄᴀʀ sᴇɴᴛɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ᴊᴀᴍás ɪᴍᴀɢɪɴᴀᴅᴏs ᴇɴ ᴇʟ ᴄᴏʀᴀᴢóɴ ᴅᴇ ᴀǫᴜᴇʟ ᴠᴀᴍᴘɪʀᴏ.
La menor de los Cullen, Kassandra Cullen se ve envuelta en un apasionado beso con su her...
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Kassandra se encontraba a la orilla de una carretera, llorando, mucho, no podía controlarlo, hace más de ochenta años que no lloraba, había aprendido a deshacerse de su tristeza sin la habilidad de llorar, pero ahora.
Se sentía una niña, sola he indefensa, lloraba dolida, lloraba intentando deshacerse del dolor que crecía en su pecho, estaba tan confundida, tan enojada consigo misma, se sentía muy estúpida, he inconforme con sus muy innecesarios deseos por reprimir su enamoramiento por ese hombre.
Se abrazó la rodillas y enterró la cara en ellas mientras las lágrimas inundaban sus piernas, sintió la presencia de alguien, se limpio las lagrimas para luego darse la vuelta.
-Cullen ¿Estás bien?-Jacob Black se le acercó poniéndose de rodillas frente a ella.
-Hola perrito ¿Sigues saltando encima de chicas desnudo?-Dijo la muchacha intentando disimular su rostro entristecido.
-Creo que estas bien, pero ¿Qué hace la Cullen más pequeña aquí sola?
-Qué te importa.
-Grosera.-Kassandra sonrío un poco, para luego pararse de la cera.
-¿Kassandra cierto?
-Si.-Dijo la pelirroja, cruzándose de brazos, levantó una ceja y él le dio una sonrisa.
-Puedo acompañarte, no tienes porque irte sola.
-Ay perrito, eres tan dulce pero dudo que puedas seguirme el paso.-Kassandra le guiño el ojo para luego despedirse y salir en dirección a su casa.
Jacob sentía una enorme curiosidad y a la vez rechazo por Kassandra, desde el momento en que la había visto, esto era nuevo para él, sabía que intentar acercarse a la muchacha sería difícil, pero quería conocer todo lo que pudiese de ella.
Kassandra llegó a su casa, antes de poder entrar a ella sintió una corriente que la debilitó haciéndola caer de rodillas, se aferró al pasto bajo sus manos mientras veía como sus brazos se veían envueltos por las venas Zafiro.
No podía controlarlo, le dolía, le quemaba intentar canalizar toda su energía, ya que está, mientras más inestable se encontrara Kassandra, más difícil de controlar era.
Vamos Kassandra, tú puedes.
Se acomodo soltando un pequeño gemido de dolor, y logró estabilizarse, sintió unos brazos levantarla y reconoció a Carlisle su padre, quien la entró a la casa, ella sudaba frío, respiro forzoso, mientras su padre la dejaba encima de la cama.
-Debe darse una ducha, iré por sangre.-Informó el padre, mientras salía de la habitación, Jasper entró seguido de él para ver a su hermana.
-Jas.-Kassandra soltó acompañado de su sollozo, para luego ponerse a llorar.