Bakugo Katsuki. Parte final

14.3K 674 45
                                    

Tomé su miembro y empecé a masajearlo lentamente. Quería torturarlo por ser un gran idiota. Lo observé mientras movía mis manos y suspiré, tenía la mandíbula apretada y veía fijamente mis movimientos, ansioso por más.

Le regalé una sonrisa coqueta y sin aviso introduje su erección en mi boca hasta la mitad. Soltó un gruñido y una maldición mientras bajaba una mano hasta mi cabeza, tomando mi cabello para profundizar mi acción.

Empecé a succionar y lamer su miembro completo, desde la base hasta la punta, sorprendida por su tamaño. Era tan grande que tuve que usar mi mano para cubrir el resto de piel que no cabía en mi boca. No aparté la vista del rostro de Bakugo, disfrutando de las expresiones de placer que deformaban su bello rostro. Era un gran expectáculo y me encantaba saber que era la causante de todo aquello.

En un punto echó la cabeza hacia atrás, empujando mi cabeza contra si para profundizar el movimiento. Lágrimas empezaron a caer por mis mejillas por la intromisión pero no les di importancia, pues yo también estaba disfrutando de esto. Llevé mi mano libre a mi entrepierna y empecé a moverlas suave mente, dándome placer.

Luego de unos minutos sentí como jalaba mi cabello, obligándome a ponerme de pie. Una vez levantada, tomó mi cuello y apretó, acercando mi rostro al suyo de manera ruda. Solté un gemido de excitacion. Si, me gusta ser dominada, y aún más por este hombre que siempre parece estar de mal humor.

- Tienes una boquita peligrosamente deliciosa.- Me dijo con una sonrisa para besarme intensamente.

Soltó mi cuello y llevó ambas manos a mi trasero, masajeándolo y apretándolo de manera deliciosa y reprimiendo las ganas de golpearlo. Luego se separó de mí y me empujó de nuevo a la cama. Lo admiré de arriba a abajo, disfrutando de la vista de su cuerpo trabajado y listo para tomarme. Que delicia, maldita sea.

Me miró muy serio mientras se acercaba a la cama y, poniendo su mano de nuevo en su miembro, me exigió algo con una voz tan profunda y ronca que hizo estremecer de placer.

- Abre bien las piernas para mí preciosa.- Dijo mientras subía a la cama. Nunca me había dicho así, y eso me hizo mojar el doble. Ay santo Dios, llévate mi alma después de acabar.

Hice lo que me dijo sin rechistar y se acercó, colocándose entre mis piernas. Puso su mano en mi muslo izquierdo para asegurarse de que no las cerrara y con la mano derecha empezó a frotar su miembro contra mi húmeda entrada para empaparlo con mis fluidos. Empecé a gemir sonoramente al sentirlo rozar mi clítoris con su glande, así que me tapé la boca para ahogar mis sonidos.

- Estás demasiado mojada. Carajo.- Dijo en un gruñido. Me mordí el labio otra vez, qué reacción más excitante.

Desde que se montó en la cama no dejó de verme fijamente a los ojos, por lo que fue en extremo erótico y maravilloso ver cómo apretaba la mandíbula mientras se adentraba en mí. Ahogué un jadeo en mi mano al sentir como se deslizaba hasta el fondo. Estaba tan excitada y tan húmeda que casi no sentí incomodidad.

Una vez dentro completamente de mí, colocó su mano derecha a un costado de mi cabeza para no aplastarme y empezó lo que sería la experiencia más fascinante de mi vida. Aunque ya no era virgen, solo había tenido relaciones una vez y bueno, fue un total asco. Estas sensaciones que Bakugo me estaba brindando eran desconocidas para mí, pero muy placenteras. Tendré que hacer esto más seguido, sí.

Comenzó a moverse lentamente, creando una deliciosa fricción que paulatinamente fue subiendo de velocidad. Mis piernas estaban totalmente abiertas, permitiéndole moverse con profundidad y libertad dentro mí, tocando hasta la última fibra de mi ser y acercándome poco a poco a un climax magistral.

Boku no hero academia. Mini Historias LemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora