Toyomitsu Taishiro (Fatgum). Parte 3

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Luego de esa cena llena de la insistencia de Mirio, inicié mis visitas esporádicas a la agencia de Fatgum para pasar a "saludar" a Tamaki y Kirishima, ver sus entrenamientos y llevar diferentes tipos de dulces cada vez, con una ración extra para cierto rubio de dos metros y medio.

De alguna manera, Kirishima se enteró de mis sentimientos recién descubiertos por su tutor y, de alguna forma que desconozco, se alió con Mirio para idearnos una salida con fines románticos. Claramente Tamaki fue arrastrado en contra de su voluntad a este plan descabellado, arrepintiendose cada día un poco más de su vida.

Así pues, luego de una semana llena de desastres culinarios y muchos escenarios extraños, Fatgum y yo recibimos una reservación en restaurante bastante elegante y con una cena con descuento pues Mirio logró conseguir una especie de promoción para nosotros. Por fuera estaba fascinada por todo lo que intentaron los chicos, pero por dentro estaba volando por los aires. Simplemente maravilloso.

Al fin había llegado el día y sentí que iba a explotar en cualquier momento por adrenalina. Aunque no lo pareció, la tarde pasó en un abrir y cerrar de ojos, y ahora me encontraba bajando las escaleras de la casa ya lista, con el corazón en la garganta y el Outfit más regio que logré armar con mi reducido equipaje. Estaba casi al final cuando el amigo rubio de mi hermano apareció en el recinto viendo su celular.

- Oye oneesan, ya casi es hora, si no te vas ahorita llegarás tar... ¡JESÚS!.- se interrumpió cuando alzó la vista de su mano hasta mi.

- ¡Te ves increíble! Dios, espero que Fatgum no sufra del corazón pues estás de infarto.- Una expresión de aprobación adornó su rostro, junto con un asentimiento de cabeza y pulgar arriba.

- Gracias Mirio.- Sonreí, terminando de bajar los escalones.

- Y te ves gigantesca, mierda. Es como ver a dos titanes.- Soltó sin más, haciéndome reír.

- Mirio no grites, por favor.- Entró Tamaki, rascándose la nuca.

- Venga, dile algo a tu hermana que está que arde.

- Deja de decir esas cosas.

- Tan solo dile un cumplido.

- Pero...

- ¡Venga ya! Inténtalo.

Rendido, Tamaki bufó derrotado y volvió a observarme. Un ligero tono rosa bañó sus mejillas, y no precisamente por mi vestuario. Una mirada de reojo a cierto rubio fue suficiente para confirmar todas las sospechas.

- Estás hermosa Amaya.

- ¡Viste que fue fácil!

- No grites, estoy justo a...

El abrazo repentino que le dí lo sorprendió mucho, al igual que a Mirio. Se quedó estático pero poco a poco relajó su cuerpo y, aunque no me rodeó con sus brazos, dejó que lo abrazara por unos segundos.

- Gracias kiki.- Susurré antes de darle un beso en la frente. Para mi sorpresa no estaba a punto de sufrir una crisis, sino que tenía una pequeña sonrisa en sus labios. Se despidió con la mano y desapació en la sala.

- Bien, me voy. Laven los trastes, no olviden sacar la basura. Diviértanse y cuídense.- Hablé, susurrando la última parte para que solo Mirio escuchara junto con un guiño cómplice.

Boku no hero academia. Mini Historias LemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora