Sero Hanta. Parte 2

2.1K 162 3
                                    

- Espero me sigas el paso en esta salsa rápida.- Dijo retándome. Alcé una ceja y reí.

- Eso te digo yo.- Dije coqueta.

En el coro empezamos a bailar al ritmo de la canción. Estaba sorprendida pues iba a la par con el movimiento de mis pies y caderas. La postura de sus brazos era firme pero no rígida, dando oportunidad de que danzaran libremente.

Rápidamente empezó a hacer algunos giros sencillos, riendo en cada vuelta pues le seguía el ritmo bastante bien. Sus pasos eran bastante limpios y sensuales, delicados pero marcados, sin perder el ritmo ni la secuencia conmigo.

Bailaba muy bien este chico, sin dejarse intimidar por mis pequeños movimientos sensuales cuando me separaba por breves instantes de él. En ningún momento apartó la vista de mi rostro, salvó cuando hacía un pequeño giro alrededor de él pues desviaba su mirada a mi cuerpo.

Debía admitir que tenía sus dotes, pues a pesar de ser delgado estaba definido. Los músculos de sus brazos y espalda se marcaban a través de la camisa con estampado de pequeñas piñas, y sus abdominales se asomaban de vez en cuando pues traía tres botones sueltos.

Su cabello negro se pegaba a la frente por el sudor, dejando caer gotas por su rostro hasta su cuello. Se veía apetecible, con una cintura de envidiar para cualquier chica.

- Bailas muy bien Tris.- Confesó en mi oído haciéndome estremecer por la cercanía de sus labios.

Su aliento chocando contra mí hizo que mi piel se erizará rápidamente.

- Lo mismo digo, Sero.- Sonreí, haciendo que respondiera mi sonrisa.

- ¿Puedes seguir o quieres hacer una pausa?.- Preguntó de nuevo.

- Sigamos, quiero bailar un rato más.- Suspiré en su oído, provocando que su piel se erizara también.

- De acuerdo.- Tragó seco, haciendome sonreír.

Y así, bailamos aproximadamente por cuarenta minutos más sin descansar. Unas cuantas canciones de salsa y luego de merengue dominicano, haciendo giros, algunos trucos, bailando solos frente al otro.

Era genial, había despertado una chispa que creí no existía, una química difícil de lograr con alguien en la pista de baile. Ambos estábamos sudados y sedientos, así que hicimos una pausa para ir hasta el bar y poder hidratarnos.

- ¡YUKI, DOS CERVEZAS POR FAVOR! Espérame aquí, iré rápido al baño.- Dijo rápidamente antes de irse pero lo detuve.

- ¡No me dejes sola!.- Lo observé fija. El me regresó la mirada y se acercó hasta mí.

- Llevo rato observando el lugar y no está aquí. Confía en mí, volveré pronto. Y Yuki te cuidara.- Dejó un par de mechones detrás de mi oreja y sonrió para darme seguridad.

- No tardes por favor.- Suspiré, dejando su mano libre.

- Debe asustarte hasta la médula para que una chica tan testaruda como tú este así de nerviosa.

- No tienes idea.- Me rasqué la nuca ansiosa.

- Bueno, cuando regrese del baño la tendré.- Alzó una ceja para dejarme saber que debía contarle.

Asentí derrotada y se fue, no sin antes guiñarme un ojo amable. Lo ví alejarse y la ansiedad volvió a mí. Observé una vez más la pista y no logré divisar a mi hermano o alguien de su grupo. Mi misión se vio interrumpida por Yuki cuando dejó ambas cervezas frente a mí. Le di las gracias rápidamente y di un pequeño sorbo a la mía.

- Bailas muy bien Trisha.- Escuché a mi espalda, haciendo que escupiera el segundo trago de cerveza.

- ¿Que haces aquí Mike?.- Pregunté alterada.

Boku no hero academia. Mini Historias LemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora