Boku no hero academia. Mini Historias Lemon

Midoriya Izuku. Parte 1

Nota: Todos los personajes cuentan con 18 años.

...

- Eh Hanae-san, llegarás tarde al autobús. ¡Apúrate!.- Me gritó Mina mientras salía corriendo de su habitación. Mierda, me quedé dormida y ahora tengo que apurarme.

Luego de convencer a quien sabe cuantos profesores y héroes, nos permitieron pasar un fin de semana completo en una posada privada para celebrar el fin del año escolar y nuestro ascenso a segundo año.La posada pertenecía a la familia de Momo, por lo que fue fácil coordinar la estancia de todos.

Rápidamente me puse unos shorts de jean, una camisa negra manga corta, tomé los primeros zapatos que ví y salí de mi habitación corriendo descalza. Menos mal guardé todo lo necesario el día anterior.

Por la sorpresa de haberme quedado dormida y por el susto que me dio Mina al gritar, olvidé totalmente mi quirk. Me detuve a medio pasillo y me dí un fuerte sape en la frente con la mano.

- Es que serás pendeja Hanae.- Me regañé en voz baja y cerré mis ojos para activar mi quirk. Mi don consistía en la teletransportación: si visualizo correctamente alguna cosa referente al destino, puedo llegar en cuestión de segundos. Entre más específicas las indicaciones, más rápido llego al lugar. Igual, la velocidad de mi llegada varía según la ubicación en el globo terráqueo o si debo llevar personas o cosas conmigo. Muy parecida a la teletransportación de Goku.

Cerré los ojos y visualicé a Iida, quien seguramente fue el primero en llegar al punto de encuentro, susurré un "ahora" y sentí brevemente un nudo en el estómago. El grito de las chicas me avisó que había llegado a mi destino, fantástico. Abrí los ojos y, de estar en el pasillo del tercer piso de la resistencia, ahora me encontraba frente a Iida en la entrada de la U.A. Sonreí.

- ¡Dios santo Hanae-san! Ya deja de aparecerte así por ahí. Matarás de un susto a alguien.- Me dijo Uraraka quien tenía una expresión de horror en el rostro. Momo estaba a su lado con una mano sobre su pecho. Ambas me veían con el ceño fruncido mientras yo reía por sus expresiones.

- Lo siento chicas, no quería asustarlas.- Dije entre risas mientras agarraba mi estómago. Iida solo me veía negando y con cara seria.

- Debes tener más cuidado Hanae-san, es de mal gusto aparecer así de la nada.- Dijo a modo de regaño. Me sequé las lágrimas de la risa y me disculpé otra vez con las chicas.

Lentamente dejé de reírme y me percaté de que todos estábamos allí, a excepción de Midoriya. Fruncí el ceño confundida ya que él estaba muy emocionado por este pequeño viaje. Que extraño.

- Oi, Iida ¿Dónde está Deku?.- Dije buscándolo con la mirada. Iida no respondió por lo que voltee a verlo, topándome con una expresión divertida en su rostro. Conocía esa mirada, solo atiné a darle un golpe en el brazo a la vez que me sonrojaba levemente.

Me gusta Deku, y mucho. En cuanto lo ví hace seis meses cuando llegue a la U.A, sentí mariposas en el estómago y en todo mi ser. Me pareció tan atractivo y tierno a la vez que no pude quitarle la vista nunca más.

Iida es mi mejor amigo desde la infancia, hasta puedo decir que es mi hermano de otra madre. Nuestros hermanos mayores son mejores amigos y cada vez que se juntaban, nos llevaban consigo, por lo que nos hicimos muy cercanos. Iida fue el primero en darse cuenta de mis sentimientos por Deku y siempre me anima a que me sincere con él. También me molesta y se burla de mi, justo como ahora.

- Ya déjame en paz Iida.- Le dije. Eso solo provocó que soltara una fuerte carcajada. Yo lo observé divertida mientras él se doblaba y tomaba del estómago por la risa.