Boku no hero academia. Mini Historias Lemon

Bakugo Katsuki. Parte 1

Mi despertador sonó nuevamente, dejando salir por la bocina un tono bastante atorrante, indicándome que ya debía levantarme para asistir a la Academia. Nada como despertarse a las 6 de la mañana para ir a estudiar, fenomenal.

Con toda la pereza del mundo, busqué con mi mano el celular que se encontraba en la mesita de noche para apagar el escándalo. Una vez que se instauró el silencio en mi habitación, suspiré aliviada y me acomodé en mi suave cama, cerrando los ojos otra vez para dormir cinco minutos.

Sin embargo, mis planes se vieron frustrados pues la puerta de mi habitación se abrió de golpe, asustándome otra vez y mostrando a mi madre en ella. Mierda, es muy temprano para peleas.

- ¡¡Akira ya despierta!! Llegarás tarde a la Academia. Es tu último primer día así que muévete y bájate de la cama - dijo sin más, saliendo y dejando la puerta de mi habitación abierta, como odio eso.

- Ya voy, ya voy - me quejé en voz baja mientras cerraba los ojos otra vez y estiraba mis brazos para abrazar una almohada. Mi paz no duró mucho, pues sentí un líquido frío cubrir mi rostro y parte de mi torso que me hizo despertar de golpe.

- ¡¿Pero que mier..?! ¡MAMÁ! - Grité mientras me sentaba en la cama y miraba incrédula al ser que había hecho semejante acto.

Mordí mi lengua al ver a mi madre con cara divertida y un enorme vaso vacío en su mano, la prueba del delito. Me había vertido agua helada en el rostro mientras aún seguía en la cama, por lo que todo estaba empapado. Maravilloso, simplemente maravilloso.

- Te dije que te levantaras por las buenas, ahora anda que llegarás tarde ¡Mueve tu culo fuera de la cama! - Gritó mientras salía de la habitación, riéndose de mi.

- Genial, ahora estoy de malas y mi cama es un asco - dije en un susurro mientras me ponía de pie y veía semejante desastre.

Me quede allí unos segundos, con la vista perdida en la nada; luego de unos segundos alcé los hombros en un acto de indiferencia y me dirigí al baño para darme una ducha rápida. Mi madre tendrá que limpiar pues ella fue la causante de todo. Si.

Tomé el cepillo de dientes y empecé a cepillarme mientras abría la ducha, dejando salir el agua para que empezara a calentarse. Una vez terminé de cepillarme me metí a la ducha y me bañé rápidamente, pues no quería que mi madre hiciera otra travesura para apurarme. Siempre es así, a veces me hace dudar de cuál de las dos es la más madura.

20 minutos después me encontraba bajando las escaleras ya vestida, tomé mi bolso a medio camino y me dirigí a la cocina para desayunar. Me disponía a sentarme la mesa, donde ya estaba servido mi desayuno, cuando ví la hora en el microondas.

- ¡Mierda! - En respuesta a mi lenguaje, recibí un golpe en la frente con un objeto extraño: una cucharilla. Mi madre me había lanzado una cucharilla por haber dicho un improperio. La ví mientras ponía dramáticamente una mano en mi frente y le hacía puchero. Me observó unos segundos y rodó los ojos, cansada de mis tonterías.

- Cuidado con esa boca - Dijo mientras me señalaba con un dedo y fruncía el entrecejo mientras negaba.

- Lo siento mamá, fue sin querer - le dije con una gran sonrisa de disculpa y ella solo hizo un ademán con la mano a la vez que se giraba a la nevera. Teníamos una relación bastante particular pero sin duda, era la mejor mamá de todas.