Boku no hero academia. Mini Historias Lemon

Midoriya Izuku. Parte 3

El fin de semana pasó en un abrir y cerrar de ojos y estábamos todos de vuelta en la U.A. Había pasado casi una semana desde que regresamos y para mi muy mala suerte, no había podido hablar con Deku desde ese maravilloso beso.

Al día siguiente después de jugar, todos los que bebimos tuvimos una resaca espantosa, aunque la más afectada fui yo y no pude levantarme hasta la tarde. No volveré a beber jamás de esa forma.

Cuando llegamos a la academia ambos quisimos hablar de lo sucedido, ya que sabíamos que no había sido un simple beso por reto. Sin embargo, entre estudiar para los examenes finales y las pasantías de héroes, fue imposible hallar un momento a solas.

Al tercer día me rendí y opté por esperar a que la oportunidad llegara sola, aunque fue realmente torturoso verlo en los pasillos tan radiante como siempre y sonriendo mientras hablaba con los chicos. Tuve que controlar mis impulsos de salir corriendo y lanzarme encima de él para poder hablar.

...

Era sábado por la tarde y estábamos en la sala común de la residencia, ya que nos dieron libre de las pasantías para poder estudiar. Salí de la cocina con un tazón de cereal y me senté junto a Sero y Kirishima, quienes hablaban de no se qué. Estaba disfrutando de mi merienda cuando Mina llegó corriendo y casi se me lanzó encima. Logré esquivarla para evitar que derramara todo y la ví con el ceño fruncido.

- ¿Estás loca o qué? casi tumbas mi plato de froot loops.- Me quejé. Ella ignoró mi queja y señaló la salida que va al patio.

- Deku esta solo en el jardín. ¡Es tu oportunidad de hablar con él! Muévete.- Ni tuve tiempo de decir algo ya que me quitó el plato y se lo dio a Sero, quien lo tomó gustoso y empezó a comer. Que lambucio. Luego me tomó de la muñeca y me levantó de un tirón. Una vez de pie me empujó hasta la puerta.

Mina siguió empujandome hasta que llegamos, luego me soltó y se fue, no sin antes gritarme un "buena suerte". Suspire y cerré los ojos. Tu puedes, susurré para mí. Luego de unos segundos de reunir valentía, abrí la puerta y busqué a Deku con la mirada. Lo divisé a lo lejos sentado dándome la espalda mientras leía un libro.

Me empecé a acercar a él y cuando iba a llamar su atención, un grito desde la puerta me interrumpió. Deku se giró para ver quien lo habia llamado y al verme, puso cara de total confusión. Ah maldita sea, estaba tan cerca. Me voltee también para ver quien había interrumpido y me topé con Aoyama que lo saludaba enérgico. Detrás de él estaba Uraraka con Iida con caras que decían "íbamos a detenerlo, perdón"

Fruncí el ceño molesta. Ah no, te quiero Aoyama pero ahorita no. Me giré para llegar hasta Deku y lo tomé del brazo, sorprendiéndolo. Cerré los ojos y activé mi quirk para mandarnos lejos de allí y que no nos interrumpieran más.

Abrí los ojos y vi a Deku apoyado en sus rodillas tratando de controlar las náuseas por el viaje repentino. Al menos ya no estamos en la U.A. Hice una mueca y me acerqué a él para ver como estaba.

- Estoy bien... ya se me pasó.- Dijo mientras se enderezaba. Me quedó viendo confundido y yo me sonrojé.- Puedo preguntar... ¿p-por qué activaste tu quirk?.- Preguntó algo nervioso. Ah mierda.

- Ehh bueno...- tomé aire y solté todo muy rapido.- He querido hablar contigo desde que volvimos del viaje pero siempre nos interrumpen. Cuando te vi en el jardín pensé que podríamos hablar al fin pero Aoyama apareció y me molesté mucho y nos traje aquí para poder estar solos.- Terminé sin respirar. Él me vio unos segundos y luego rió mientras rascaba su nuca. Bueno, al menos no está molesto.

- Esta bien, supongo que es entendible. Y bueno... yo tambien q-quiero hablar contigo.- Dijo apenado. Trague saliva, mierda.

- Por cierto, ¿a dónde nos trajiste?.- Preguntó curioso viendo el lugar. Oh cierto, por la rápidez del momento no pude pensar en otro sitio.