3era Persona
Londres, 10 de Noviembre de 1997
Eran alrededor de la 1 de la mañana, cuando Killiam volvió a escuchar a sus padres discutir. Él odiaba escucharlos discutir porque su mamá lloraba mucho después de eso.
Pero esa noche algo era distinto a sus anteriores peleas, esta era peor. El niño que ese día cumplía 8 años, decidió acercarse a la habitación de sus padres para escuchar mejor la razón de su discusión.
—¡Es el cumpleaños de tu hijo! — grito su madre con la voz enronquecida, lágrimas mezcladas con rímel negro corrían manchando su mejilla, y eso le hizo estrujar su pequeño corazón, él amaba demasiado a su madre.
El teniente coronel Enric Anderson, su padre, por su parte solo la miraba mientras ella lloraba antes de hablar.
—Lo sé, sé que es su cumpleaños, pero tengo que salir mañana de viaje con los ministros, esta es mi oportunidad de conseguir los votos para poder ascender a Coronel General, es nuestra oportunidad — dijo él, y ella lo miró con ira.
—Killiam apenas duras te reconoce, han pasado años desde la ultima vez que jugaste con él, no has pasado un solo día con tu propio hijo, ni conmigo. Me hiciste una maldita promesa, me dijiste que hoy te quedarías todo el día en la casa.
«Es por mí. Están peleando por mí» Pensó el niño, que sin quererlo se sintió realmente culpable de toda la situación, ya no quería que sus padres pelearan, y mucho menos que fuera su culpa.
Él amaba demasiado a su madre, la hermosa Amethyst James. Ella había dejado todo por él, hasta su sueño de convertirse en la mejor pianista del mundo. Ya que ambos habían sido padres jóvenes. Enric apenas tenía 19 y Amethyst 18 cuando nació Killiam.
Killiam para recompensarle ese sacrificio había decidido convertirse en pianista, eso quería creer, aunque realmente le gustaba el piano, amaba el piano, lo unía más a su mamá y se lo recalcaba a su hermano adoptivo.
Los Anderson, habían adoptado a Chris que era un año mayor que él, para que no se sintiera solo, y poder jugar todos los días, aunque ambos hermanos más peleaban que jugaban.
Chris era irritante con Killiam, y ambos se cayeron mal desde que se vieron, pero la verdad era que ambos se querían, aunque nunca lo aceptarían delante del otro.
—Eso mismo dijiste el cumpleaños pasado, y el anterior a ese, y el anterior del anterior. ¿Cuándo tendrás tiempo para tu familia? — le reclama ella, y su padre suspira frustrado.
Cualquiera que viera a Enric pensaría que no quería a su familia, pero no era así, él los amaba demasiado, pero en parte amaba más su trabajo. Había dedicado toda su vida al ejercito de Londres, con 27 años era el mejor candidato a Coronel General y no quería perder esa oportunidad de convertirse en el primer Coronel General más joven de la historia.
Eso le daría el poder que necesita para arreglar el mundo, ayudarlo a mejorar, o eso es lo que él quería creer, que podía solucionar los problemas de todos, aunque ni siquiera podía solucionar los suyos.
—Solo es un cumpleaños, cariño tendremos decenas más de ellos cuando ya consiga el puesto —trata de razonar él, pero ella no podía creer lo que le estaba diciendo. Él ya no era el mismo, estaba totalmente copado de trabajo, ya no la besaba, no la tocaba, no jugaba con su hijo, por momentos llegó a pensar que la engañaba, pero no era eso.
—Si te vas mañana te lo juro que no te lo perdonaré, mañana nos perderás a mí y a Killiam— advirtió la mujer, sin saber el poder que tiene una palabra, sin saber que tan cierto seria eso que acababa de decir.
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ARRITMIA ©®
Roman d'amour"Todos han vivido su propio infierno" ¿Será tu corazón capaz de soportar el tuyo? Cada persona vive su propio infierno, y solo ellos pueden saber con qué intensidad son quemados. Arritmia nos narra la historia de Violett Williams, una residente de c...