Capítulo 26

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Regreso

Violett

Suelto el aire que mantengo encerrado en mis pulmones. Me he sentido tan mal durante todo el viaje que, pienso mil veces que no debí hacerle eso a Petrova.

Reclino mi cabeza en la fría lata de metal, esperando que acaben los agobiantes minutos que faltan para aterrizar en Londres.

Selma se ha mantenido algo estable durante estas horas. Agradezco internamente que no le haya pasado nada aún, porque de aquí todo quedará en manos de Brott.

Brott Harvey, la mano derecha de Dios y la única persona en la que le confiaría la vida de Selma, a pesar de ser un infeliz, sé que es capaz de salvarla.

Vuelvo a resoplar al pensar en mi prometido, seguro es el primero en la fila de los que nos esperan, para reñirme y hacerme acuerdo de la fastidiosa boda.

«Pasaremos el resto de nuestra vida juntos»

El pensamiento me asfixia, ¿Cómo es posible que pensar en pasar el resto de mi vida con él me asfixie tanto?

Algo debe estar mal conmigo, bueno eso ya ni siquiera está en duda. Algo definitivamente está mal conmigo.

—Hey — una voz ronca y apagada hace que voltee.

Me encuentro con unos ojos achinados, con ojeras y sin brillo —Dime Chris — contesto de manera automática, no quiero ser grosera con él, pero en este momento la única que me interesa es Selma, después veré lo que hago con los demás.

—Me contaron lo que hiciste y las supuestas razones por las que lo hiciste.

—Te pido que no hables del tema ahorita, no estoy de humor — no quiero escucharlo, estoy demasiado agotada.

—¿Crees que yo si estoy de humor? —El tono tan lastimero que usa me hace llenar de furia.

—Pues parece que no estabas tan triste cuando ambos decidieron que no valíamos nada.

—Violett... — me alejo de él. Cada una de mis palabras, cada una de mis acciones me alejan más de lo que era antes de venir aquí, ya se nota que no soy la misma Violett, ya ni siquiera creo que pueda sonreír.

Podría pasar horas analizando las razones por las que no debí haber venido a este lugar, pero solo una razón fue suficiente para hacerme venir y ya las decisiones tomadas tengo que respetarlas.

He quitado de mi cabeza la idea de pedirle disculpas a Petrova porque Ryan no me dejó hacerlo, y debo dejar de llamarla de forma despectiva, es más, apenas aterricemos en Londres toda conexión con la élite, con el teniente coronel, el capitán Wan y todos se romperá.

Quiero paz, es lo que más deseo, aunque sé que se me viene una tormenta peor que antes.

Estoy embarazada, y lo mejor es abortarlo.

No sé de cuanto tiempo estoy, y nunca podré engañar a Brott de que el hijo es suyo, eso seria muy bajo, tengo que decirle que me acosté con otro todo el tiempo que estuve en Siria, y eso es algo que tampoco me perdonará.

He estado pensando en todas mis opciones, si me impongo y lo tengo, desde la cárcel tampoco lo podré cuidar. Killiam tampoco lo querría es más que seguro eso, aparte que no quiero tener ninguna conexión con él, no quiero nada que tenga que ver con él.

Tengo que hablar con mi ginecóloga, el anticonceptivo falló en el peor momento de mi vida.

Soy un desastre, el peor de todos, mira que no sé en que momento se me ocurrió que engañar a mi prometido con el teniente coronel del ejército era la mejor idea. Grandioso Violett, eres una gran pensadora del siglo XXI, definitivamente.

ARRITMIA ©®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora