ArenJusto en este momento mi cabeza está funcionando a toda velocidad. En mi mente aparecen todos mis recuerdos con Magnus y empiezo a analizar cada uno de ellos buscando algo que me revele lo que está sucediendo.
Durante el camino de regresó a mi apartamento, no volteó a mirar en ningún momento a Lucian. No estoy acostumbrada a estar rodeada de personas y menos de su tipo, tan normales.
Mis manos están metidas dentro de los bolsillos delanteros de mi abrigo y volví a colocarme la capucha. Estaba tan ensimismada en mis pensamientos con la mirada en mis pasos, que el resto de las personas tenían que hacerse a un lado si no deseaban chocarse conmigo. Escuchaba a Lucian disculpándose con cada uno de esos transeúntes, lo cual solo me irritaba más.
Una vez que llegamos a mi edificio adosado de ocho pisos, subimos por los escalones hacia la entrada. Saqué la llave de mi bolsillo derecho y abrí la puerta de vidrio con marco de madera oscura. Entré al vestíbulo sin esperar a Lucian y sin detenerle la puerta. Nunca estuve acostumbrada a hacer estas cosas, pero supongo que debí advertirle cuando escuché un golpe estridente en la puerta.
Me giré hacia ella y pude ver que mi acompañante ya había ingresado al vestíbulo pero con una mano sujetando su nariz.
—Me sorprende tu notable amabilidad— rodeé mis ojos ante su tono sarcástico.
—Aún tienes tiempo para arrepentirte y buscar ayuda en otro lugar—
Su mirada profunda chocó con la mía. Debo admitir que era admirable su calma para manejar esta situación. Además, de lograr mantenerse firme ante su cazadores. El pelinegro era sin lugar a dudas valiente como Magnus. Además, no olvidemos su aire imponente y analítico, lo cual debía de ser resultado de su posición como magnate.
Magnus me habló mucho sobre su familia y aún puedo recordar el tono de orgullo cuando mencionaba los logros de su hijo mayor. Por su descripción, a pesar de ser poderoso y reconocido, había imaginado un crío en traje que actuaba con frialdad con la única excusa de tener un padre ausente. Sin embargo, fue una grata sorpresa encontrar a un hombre, que si bien había huido, fue de los menos patéticos que observé enfrentarse a las Aves Rapaces. Además, había una calidez en sus ojos oscuros, la cual no hacían más que recordarme a cierta persona a la que nunca dejaría de añorar.
Me quedé parada en medio de la sala observándolo desde ahí para esperar una respuesta. Él pareció meditarlo unos segundos, lo cual si bien me irritó un poco, podía comprenderlo. Finalmente, respondió.
—Creo que está claro que no tengo otra opción. Además, creo que te lo debo. Después de todo salvaste mi vida—.
Hice un asentimiento hacia él y comencé a subir las escaleras hacia mi departamento con Lucian siguiendo mis pasos. Una vez que llegamos a mi puerta cargada de cerrojos, me dispuse a retirarlos hasta que pude abrir la puerta. Esta vez le permití pasar primero y se acercó a la sala.
—¿Puedo?—
Sabía que me estaba preguntando si podía sentarse, no obstante, no estaba acostumbrada a esta actitud tan educada. Las personas que conocía simplemente se sentarían y hasta subirían los pies sin retirase los zapatos. Precisamente a esto me refería cuando decía que no sabía como relacionarme con la sociedad. Debido a mi extrañeza, le indiqué que podia hacerlo con un asentimiento.
—Gracias—
Analicé la forma en la que se sentaba. Su espalda estaba recta, sus pies estaban elegantemente cruzados, al igual que sus manos. Era una postura bastante formal y diplomática, lo cual me hizo sentir incómoda. Ignorando eso, decidí acabar con los misterios y me recargué sobre uno de los brazos del sillón opuesto al de mi invitado mientras cruzaba mis brazos.
![](https://img.wattpad.com/cover/262751743-288-k326063.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Aves Rapaces
ActionAren vive en la oscuridad y el silencio como un alma en pena. Ha conseguido su mayor deseo, pero no es como hubiera esperado. Después de todo, no sabe que hacer con esta nueva y tan ansiada libertad. Pero, ¿quien lo sabría?, cuando lo único que sie...