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A la mañana siguiente los niños aún no habían salido de la cabaña, estos se habían mantenido dormidos, puesto que en la noche tuvieron una pequeña lección de entrenamiento, lo cual de un golpe rompieron el suelo del piso superior y así cayó Luffy encima de Dadan, despertando a la mujer bastante cabreada.

Mientras Dadan, Dogra y Magra tenían una reunión secreta de cómo podrían deshacerse de los niños, lo cual solo hablaba Dadan mientras los otros dos solo se limitaban a escuchar a su jefa, pues, aunque dijera todas esas cosas, nunca lo hacía.

— Debo de deshacerme de esos mocosos. —comentó Dadan la cual parecía que iba a morir en cualquier momento.

— A este paso la familia quedará destruida... además, mi salud está en juego.

—Cálmese jefa... —respondió Magra, algo más tranquilo.

— Desde hace tiempo están fuera de nuestro control. —se quejó Dogra, y al mismo tiempo dándole una idea a su jefa la cual estaba harta.

— ¡Silencio! Ya no los soporto, los sacaré de mi casa, no me importa lo que diga Garp —gritó decidida y con furia. Sin percatarse de aquella joven y anciano que habían llegado.

— ¡Oye! —gritó el anciano haciendo que la mujer se tragara todas sus quejas.

— ¿¡Garp!? —corrió lo más rápido que pudo hacia ellos inclinándose ante ellos— ¡Lo siento, no sabía lo que estaba diciendo! —comentó sin darse cuenta de los que estaban enfrente de ella.

— Ah, parece que el abuelo de Luffy los tiene amenazados. —comentó sin mucho interés Brook.

— Bueno, es un hombre bastante aterrador —dijo Nami dándole escalofríos al recordar la escena de cuando fueron perseguidos por él y el viejo lunático les lanzó una bala de cañón del tamaño parecido al del Sunny.

Por otro lado, Sanji estaba viendo a la joven con sus ojos de forma de corazón, como todo un romántico.

— ¿¡Quién es esa lady~!? —preguntó mientras Zoro lo veía con algo de asco, y los demás ya acostumbrados a la actitud del rubio, optaron por ignorarlo.

— Ah... si nos pudiera ver le preguntaría si pudiera ver sus panties —dijo Brook melancólicamente mientras recibía un buen golpe en la cabeza por parte de Nami, al igual que Sanji haciendo que se calmaran.

— Disculpa, escuche que Luffy está viviendo aquí —comentó la peliverde con amabilidad ignorando que la mujer estuviera arrodillada ante ella.

Esta levantó la cabeza dándose cuenta de los que estaban enfrente de ella no era el endemoniado de Garp.

Suspiró de alivio enderezándose— ¡Makino! —dijo el pequeño Mugiwara que se encontraba en la puerta.

— ¡Luffy! —contestó Makino con una gran y dulce sonrisa.

El nombrado se lanzó a darle un abrazo.

— Has crecido bastante, ya van 6 meses desde que dejaste la villa —comentó el anciano que acompañaba a la chica con una sonrisa en su rostro al ver al pequeño.

— Oh, ¡alcalde! —respondió el niño feliz de ver a aquellos que cuidaron de él cuando se encontraba viviendo en la villa.

— No le digas a Garp-san —dijo la peliverde mientras hacía un ademán con sus manos que significaba que guardara el pequeño secreto.

La cara del anciano cambio al recordar como Garp fue capaz de traer al pequeño e "inocente" Luffy a vivir con bandidos— Pero mira que traerte a vivir con bandidos... —comentó mientras claro, Dadan no se quedaba callada.

Recuerdos de nuestro Capitán.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora