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Otro cambio de escena sucedió, a este paso incluso era imposible acostumbrarse a esos cambios de escena tan sorpresivamente, sin embargo, poco a poco podían tomar el ritmo.

Pero esta vez fue algo extraña la escena, incluso Sanji se sentía familiarizado y sentía las ganas de salir corriendo de ahí.

Parecía una fiesta, pero no cualquiera, una de okamas, la pesadilla de Sanji, estaba ahí de nuevo.

Sanji sintió un escalofrío por su espalda.

— ¿Estas bien, Sanji? —preguntó Chopper quien estaba encima del hombro de Usopp, quien había visto como el cejas raras se estremecía.

— Ah... si, no es nada.

— Cada vez aparecemos en lugares más extraños... —habló Nami con extrañeza y curiosidad, casa vez que el escenario cambiaba, aparecían en un lugar peor.

Usopp estaba extrañado igual, pero le importo más el ver que no se encontraba Luffy por ningún lado, incluso cuando había un gran banquete ahí, eso le preocupo, Luffy nunca faltaba a los banquetes.

— ¿Dónde está Luffy...? —al fin habló.

— ¡Hacedor de milagros, Emporio Ivankov! ¡Es un honor conocerla! —gritó con emoción rompiendo así la conmoción y confusión de los Mugiwaras y ganándose la atención del Rey Okama quien estaba en el escenario siendo el centro de atención de todos alrededor.

— ¡Me alegro de conocerla, me alegro mucho! —siguió hablando el amigo Okama, quien estaba cubierto de vendas por todo el cuerpo— ¡Tengo un gran favor que pedirle!

— ¿Un favor? —preguntó Ivankov, dándole total atención al Okama herido.

— ¡Que salves la vida de mi amigo, que fue envenenado por Megallan! —continuó dejando salir un sollozo y algunas lágrimas— ¡No hay antídoto que lo pueda curar, y está muriendo poco a poco! —lloró.

— ¿Muriendo...? —Nami susurró para sí misma cuestionándose horrorizada, bien sabía y había visto que Luffy se sobres fuerza con demasía, llegando incluso a estar inconscientes por días, pero siempre lejano a la muerte. ¿Tan mal estaba él y tan lejos estaban ellos de él...?

— ¡¿Dónde está Luffy?! —preguntó Chopper que se había alterado al escuchar que su amigo se encontraba muriendo. Se sentía tan frustrado, si él hubiera estado ahí, podría evitar eso.

Zoro frunció el ceño con preocupación.

— ¡Haré todo lo que me pidas! —finalizó Bon Clay.

— ¿Te refieres a Mugiwara-boy? —preguntó con tranquilidad Emporio Ivankov.

No pasó mucho que Ivankov empezó a encaminar a Bob hacia donde decía que se encontraba Luffy, obviamente los Mugiwaras iban detrás de ellos.

Atravesaron las paredes de piedra, se veía que estaban bajo tierra y se escuchaba el eco de las pisadas, todo iba en silencio hasta que Ivankov decidió hablar.

— Bon-boy. —lo llamó, así ganándose la atención de Bon.

— ¿Sabes por qué hemos curado tus heridas? —preguntó el rey Okama.

— Ahora que lo dices, ¿cuándo lo hicieron...? —preguntó Bon-Chan cayendo en cuenta que había sido completamente curado.

— Nosotros somos simples prisioneros. —habló Iva— Nosotros no vamos por ahí recogiendo a cualquiera que encontramos herido. No somos ese tipo de personas.

Bon lo vio extrañado, no entendía lo que quería decir y los Mugiwaras tampoco entendían.

— Te hemos curado sólo porque Mugiwara-boy me lo rogó. —finalizó, sorprendiendo a Bon y un poco a los Mugiwaras, sin embargo, ellos conocían a Luffy, pero igual era una sorpresa, estaban seguros de haberlo visto desmayarse y estar en un estado lamentable.

Chopper recordó la primera vez que vio a Luffy, incluso al borde de congelarse el rogó a la Doctora Doctorine para que curasen a Sanji y a Nami.

— ¿Eh? ¿Mugi-Chan? —preguntó el okama.

Estos siguieron hablando sobre lo que había dicho Luffy a pesar de estar muriendo hasta que Iva cambió del tema, a uno que les estaba preocupando realmente.

— El tratamiento de Mugiwara-boy empezó hace más de 10 horas —y así se ganó las miradas de todos, quienes estaban ansiosamente preocupados por Luffy.

— ¿Hace más de 10 horas? —preguntó sorprendido Usopp.

— Mierda, seguro debe ser duro... —habló Sanji, no lo aceptaría, pero estaba realmente preocupado.

Chopper agradecía a aquel rey Okama por haber ayudado a su capitán, sin embargo, la impotencia y la culpa seguía ahí.

Bon también se había aliviado al escuchar eso, se acercaron a una puerta y con más se acercaban a la puerta empezaron a escuchar gritos, lo cual eso hizo que se pusieran nerviosos los Mugiwaras.

Caminaron hasta detenerse en una puerta que tenía un gran candado y estaba cubierta de cadenas gruesas que sería difícil abrirla.

De ahí venían aquellos gritos agonizantes de dolor.

— ¿¡Que está pasando!? —gritó Usopp, parecía algo alterado, nunca había escuchado a Luffy gritar así, ni si quiera en sus peores batallas.

Chopper trato de acercarse a la puerta con los ojos lagrimeando, pero Zoro lo detuvo— ¡Déjame ir! ¡Puedo ayudarlo!

— No puedes. Recuerda que aquí no nos ven ni escuchan, no pueden sentirnos tampoco, tenemos que resistir a lo que veamos. —dijo claro el espadachín, tenía una mirada seria, quizás de molestia, pero también sentía impotencia.

Como todos no tenían palabras para expresar, se sentían tan avergonzados de no haber podido evitar ese pasado.

Recuerdos de nuestro Capitán.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora