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Pocos días después de Navidad, Seokjin se encontró entre los brazos de Yoongi, ambos envueltos en una suave manta de lana blanca ya viendo su sexta película. Después de terminar Solo en Casa, Seokjin había insistido en continuar con otra. Ante tan seria petición y un buen uso de la mejor mirada de Seokjin, Yoongi accedió a ver una cada día —aunque a veces, Seokjin lograba convencerle para una segunda diaria— desde entonces.

      Yoongi acariciaba el dorso de su mano y recorría sus dedos por su muñeca con la mano que más le rodeaba, mientras su otro codo le mantenía en posición en el apoyabrazos y descansaba su mano en la cintura de Seokjin. Su nariz también estaba ligeramente escondida entre las hebras negras de su nuca, y mientras una de sus piernas se mantenía en posición normal hasta que su pie tocaba el suelo, la otra se extendía a lo largo del sofá, rodeando el otro cuerpo atrapado junto al suyo.

      Seokjin tosió ligeramente. Aún tenía molestias en la garganta de vez en cuando.

      —¿Estás bien? — Yoongi se aseguró, ladeando la cabeza. Pero, con tranquilidad, Seokjin asintió.

      Cuando, pese a la sensación placentera de la caricia, la muñeca le empezó a arder, Seokjin estiró ligeramente el brazo hasta que los dedos de Yoongi llegaron a su antebrazo. Para asegurarse, Yoongi separó ligeramente la cabeza de él para poder llegar a un ángulo en el que pudiera ver a Seokjin a los ojos. Sin embargo, no le hizo falta demasiado movimiento, ya que al sentir movimiento, Seokjin alzó la cabeza con curiosidad hacia él. Durante unos segundos, ambos compartieron una mirada inocente, hasta que Yoongi comenzó a deslizar sus dedos suavemente por la pálida piel aún manteniendo la mirada directa al ámbar; a lo que Seokjin sonrió suavemente. Ante ello, Yoongi sonrió de vuelta y dejó caer su cabeza en el hueco del cuello de Seokjin, aspirando con fuerza. Le gustaba oler su jabón y su champú en Seokjin, porque se sentía familiar y cercano; pero a la vez, Seokjin tenía su propia esencia que poco tenía que ver con el jabón, y que aún, poco menos de un mes después de conocerle seguía presente en él.

      Seokjin levantó su mano por el lado por el que Yoongi se peaba a él y acarició su mejilla, a lo que Yoongi salió ligeramente de su escondite, lo suficiente para mirarle, con la cara casi pegada a su mejilla.

      —Haces cosquillas. —Seokjin dijo con una sonrisa.

      Tenía un ligero sonrojo. No de vergüenza o de incomodidad, sino más bien de cariño. Estaba a gusto y caliente entre los brazos de Yoongi y bajo la manta.  Era una sensación acogedora y perfecta, y  la principal razón de ello, era porque era Yoongi y no otra persona.

      Yoongi sonrió otra vez de vuelta y plantó un beso cariñoso en la mejilla rosada.

      Ante el gesto, Seokjin levantó aún más su cuello y giró aún más su cabeza con decisión, juntando sus labios en un beso suave. Después de unos segundos, alzó la mano con la que había tocado su mejilla hasta su nuca, presionando a Yoongi ligera y suavemente contra sí mismo.

      La posición era algo poco natural, con el cuello de Seokjin en un ángulo bastante alto y su brazo que se alzaba alrededor de la cabeza de Yoongi hasta su nuca, además de que la espalda de Yoongi se alzaba por detrás de Seokjin y le envolvía hasta que su cara quedaba más o menos al alcance del chico. Sin embargo, ninguno de los dos detuvo el beso, mucho menos cuando sus labios empezaron a moverse con tranquilidad pero con naturalidad.

      Yoongi dio el primer paso, intentando mantener el ángulo con los músculos del abdomen cuando despegó el codo del sofá para tomar con delicadeza la barbilla de Seokjin y continuar el beso con fluidez.

      Seokjin continuó el juego, al menos hasta que sintió la velocidad aumentar demasiado como para poder respirar con normalidad. En un segundo, se separó menos de dos centímetros de la cara de Yoongi y pasando la manta por su espalda para que quedara colgando de sus hombros, salió del abrazo de Yoongi, y mientras este juntaba las piernas para sentarse derecho, Seokjin lo rodeó con las suyas, poniendo una rodilla a cada lado y dejándose caer sobre el regazo de Yoongi, para luego acunar sus mejillas con ambas manos y unir sus labios una vez más.

Trough The Time °°Yoonjin°°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora