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—Por aquí.— Yoongi guió a Seokjin, ya en la tarde entre los árboles del Parque Nacional Odaesan.

     Siguiendo los pasos de Yoongi, Seokjin se mantuvo cerca mientras el sol comenzaba a descender.

      —Parece que conoces bien el camino.

      —Sí, solía venir de acampada cuando era pequeño. —Yoongi recordó con una sonrisa nostálgica.

      —¿Qué es eso?

      —Bueno, ya sabes, a veces la gente se cansa de todo ese barullo en las ciudades y viene a la naturaleza a pasar unos días. Poder desconectar y todo eso.

      Seokjin rio interesado.

      —De donde vengo, cualquiera daría lo que fuera por no pasar una noche en el bosque.

      Yoongi se giró, comprobando que el menor le seguía el paso de cerca.

      —Los riesgos están controlados. De todos modos no pasaremos la noche aquí.

      En un silencio tranquilo, acunado por los sonidos de la naturaleza, continuaron caminando a pasos calmados.

      —Cuidado con el...

      —Sí, ya lo he visto. —Interrumpió Seokjin, pasando por encima de un tronco no demasiado visible, tirado en el suelo. —Probablemente esté más familiarizado con este entorno que tú, de todos modos. Llega un punto en el que aprendes a mirar al suelo.

      —Sí, puede que tengas razón. —Admitió Yoongi con una pequeña risa. —Vamos, ya falta poco.

      Yoongi los llevó hasta una zona elevada, donde los árboles no llegaban a ser lo suficientemente frondosos como para tapar la vista del cielo.

       —Aún anochece temprano así que no volveremos demasiado tarde. Podemos tomar el bus de las doce, como máximo. Luego no saldrá otro hasta las dos.

       —De acuerdo. —Seokjin dijo, sentándose y cruzando las piernas sobre el césped. No entendía realmente todo lo que Yoongi decía siempre, y aún le costaba acostumbrarse a muchas cosas, pero lentamente, las cosas comenzaban a tender sentido, encajando como un puzle en su cabeza, según pasaba más tiempo con él.

      —Seokjin. —Yoongi llamó, con voz contrariada, aunque no quería que Seokjin se moviera. El chico tenía la cabeza elevada hacia el cielo, disfrutando de los pequeños brillos que comenzaban a aparecer en el cielo de la tarde, y era una visión preciosa. Yoongi se movió hasta quedar a su lado y se sentó con una posición parecida.

      —¿Hmm?— Seokjin hizo sonar con su garganta, sin mover sus ojos de las estrellas, tal como Yoongi quería.

      —¿Realmente lo piensas? Que esto es culpa tuya.

      Finalmente los brillantes orbes ambarinos se movieron hacia él, con una expresión algo expectante.

      —Si tiene que ser de alguien...

      —No creo que sea de nadie.— Yoongi interrumpió negando con la cabeza, aunque sin levantar la voz; el entorno era cómodo, apacible y tranquilo.— Tan solo... un conjunto de extraños sucesos.

      Seokjin sonrió. Una sonrisa pequeña y apacible, aunque sin dejar de ser sincera. Sis mejillas se hincaron ligeramente hacia arriba y se abultaron por abajo, escondiendo sus grueso labio que se había ocultado en una línea ligeramente curva, creando dos líneas pequeñas a ambos lados, casi como un dibujo animado.

Trough The Time °°Yoonjin°°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora