Trough The Time °°Yoonjin°°

20

—Así que, ocho horas.

      —Sí, más o menos.

     Seokjin bajaba la colina aún con cierta familiaridad, pero Jimin estaba atento al suelo y pisaba con cuidado.

      —¿Y qué haremos si no hay caballos en el establo?— Jimin murmuró, algo preocupado. Su tono se había vuelto algo más inseguro desde que se alejaron del portal.

      Seokjin dio media vuelta y encaró a Jimin. Aún era mínimamente más alto que él.

      —Sé que estás preocupado y asustado. Yo también.

      —No lo parece. —Jimin le interrumpió.

      Seokjin frunció el ceño confundido.

      —Siempre pareces muy seguro de ti mismo, Hyung. Incluso aunque dudes. —Jimin rio ante la nostalgia en sus pensamientos. —Por eso siempre te tuve algo de envidia.

      —Jimin-ah— Seokjin tomó a Jimin de los hombros y enfrentó su mirada. Sus ojos marrón oscuro reflejaban un destello de miedo. Un miedo que había conocido durante 6 años y que estaba a punto de desbocarse. — Eres de las personas más fuertes que he conocido, nunca dudes de ello. —Vociferó, y pudo ver en los ojos del menor lo mucho que significaban para él esas palabras. — Y entiendo lo mucho que arriesgas viniendo conmigo; nunca te pediría que hicieras algo así.

       —No me lo has pedido, he venido por voluntad propia. —Jimin añadió.

      Por un momento, en el ámbar de Seokjin se vislumbró un ápice de tristeza y lamento.

      —Hyung, sé que hablabas en serio cuando dijiste que incluso si tuvieras que cambiar tu lugar con Tae, lo harías. —Jimin añadió preocupado.

      Seokjin retiró suavemente las manos de sus hombros y asintió.

      —También lo dije en serio cuando dije que lo que más quiero es volver. Los tres. Juntos.

      Jimin asintió.

      —Lo sé.

      Seokjin se mordió el labio un momento, y cerró los ojos con fuerza.

      —No sabemos cómo funciona esto y créeme: estoy muerto de miedo y ahora mismo quisiera poder saltarme toda esta parte y solo... —Los ojos de Seokjin se cristalizaron. —Solo quiero volver a casa. Aunque ya no sé lo que significa eso.

      Jimin no recordaba haber visto nunca semejante momento de debilidad en Seokjin, y sintió que por primera vez a sus ojos, su Hyung también podía fallar. Más que deshacer la imagen de héroe que Jimin tenía de Seokjin, eso le hizo darse cuenta de que durante mucho tiempo había estado equivocado en creer que la enajenación era lo que hacía a Seokjin fuerte. Así que tomó un paso adelante y rodeó sus brazos con los suyos.

      —Está bien sentirse débil, Hyung. Tan sólo significa que la gente te importa de verdad. Eso es muy honesto.

      Seokjin casi no tuvo tiempo de reaccionar cuando Jimin se despegó y le regaló una sonrisa tranquilizadora.

      —Ahora vamos a salvar a Tae. Así que necesitamos que vuelvas a concentrarte. Van a ser unas horas muy largas. —Rio, contagiando a Seokjin, quien asintió decidido. 

***

—¿Qué hacemos ahora?— Jimin preguntó con un suspiro, mirando hacia los establos vacíos.

      —Fácil— dijo Seokjin, sin embargo.

      Tomando a Jimin de la manga pero sin mirar hacia él, echó a correr hacia la calle principal, desde la que se podía escuchar algo de barullo.