THE SHIFTER ✧ ShinKami

5 » Etcétera

‹ Aquella noche sería recordada por años.

La noche en la que la prestigiosa Academia de héroes UA se encontró en el ojo de la caótica tormenta de la LOV y fue golpeada por un potente rayo. Quizás no literalmente, pero así se sintió para todos: para los profesores, para la clase 1-A… para Hitoshi Shinsou.

—Ven conmigo, Toshi.

El rubio le suplicaba. Con los ojos tristes, con la voz entrecortada, con la mano temblorosa extendida hacia el otro. El rayo negro en su cabello se mojaba a medida que las gotas de lluvia caían en su rostro angelical y se perdían en aquellos labios tan acostumbrados a mentir. Por supuesto que todos habían caído en sus engaños sin dudar, si el traidor que había estado infiltrado entre ellos todo este tiempo era más que encantador.

—Es por esto que el primer día dije que no quería hacer amigos— contestó el peli-morado frente a él. La decepción y dureza en su grave voz hizo a Kaminari bajar la cabeza. —y de todas formas tú insististe en acercarte a mí… ahora desearía que no lo hubieras hecho.

Estaban parados literalmente en el medio de la batalla, porque por alguna razón el caos que antes acontecía parecía haberse detenido completamente sólo para dejar que ambos hablaran. Los héroes tras la espalda de Shinsou, los villanos a la distancia tras la espalda de Kaminari. Nadie atacaba, sólo eran testigos de la tensión entre esos dos bajo esa lluvia torrencial.

—Por favor, Hitoshi...— el más bajo seguía con la mano extendida, esperando de verdad que el más alto correspondiera y la tomara. En su dedo anular un anillo, que aunque fuese de plástico brillaba como si se tratase de plata real. —Sabes que en este lugar no te ven como eres, no ven tu potencial, te están desperdiciando. Vámonos los dos, yo… te prometo que-...

—¿Vas a entregarte?— un anillo igual se dejaba ver colgando del cuello de Shinsou.

—Sabes que no puedo hacer eso.— dijo entre lágrimas que no podía evitar que comenzaran a caer. —Sólo… por favor, ven...

—Entonces no puedo ir contigo.— Sentenció Hitoshi, para luego acercarse peligrosamente al rostro del oji-ámbar y rematar: —… Nunca me iría con un traidor.

—Shinsou, retrocede. Es peligroso.— Deku advirtió a su compañero como pudo, tratando de recuperar fuerzas al igual que los demás; Los estudiantes de UA estaban agotados, física y sobre todo emocionalmente. Eran adolescentes sin suficiente experiencia pero aún así habían estado luchando por horas, y el hecho de enterarse de que aquel al que consideraron su amigo y el sol de la escuela había sido siempre una mentira los terminó por debilitar. 

—Chargebolt, deja el melodrama. — Shigaraki le ordenó a su socio. A los integrantes de la LOV, al contrario, los encontrabas orgullosos de haber hecho un movimiento lento pero certero y atacado al enemigo donde más le dolía. En sus caras yacían sonrisas expectantes y maliciosas a causa de saber que la victoria ya era suya.

Sin embargo, ni el ojeroso iba a retroceder ni el traidor acataría esta orden de su jefe. Sus cuerpos podían actuar enemistados y la mente del peli-morado podía estar tratando de convencerlo de que odiaba al rubio, pero la conexión entre los ojos magenta y los ojos ámbar nunca había sido tan intensa y fuerte como en ese momento en el que se expresaban de todo menos odio: Tristeza, arrepentimiento, desesperación, un amor recíproco que después de hoy no llegaría a florecer...

Nadie se lo esperaba cuando Denki rompió la distancia para chocar sus labios contra los de Hitoshi en un beso que, aunque duró muy poco, fue profundo y significativo. Tomando su rostro con las manos; no por miedo a que se apartara, sino porque ese beso ni siquiera debería de estar pasando. Kaminari sabía que era peligroso, pues la sociedad de héroes miraría mal al presente y futuro de Shinsou más de lo que ya lo hacía, y por su lado a partir de ahora la Liga no dudaría en amenazarlo con dañar a Shinsou si daba un paso en falso… pero también sabía que los dos habían estado esperando por esto y que, aunque no fuese buen momento, era ahora o nunca... por primera y probablemente última vez.