Denki Kaminari es un estudiante común y corriente de 21 años en el mundo real. Hitoshi Shinsou no es más que un personaje en la serie televisiva más famosa de los últimos tiempos.
O donde Hitoshi está condenado a ser un personaje secundario, pero De...
Denki podía no recordar una vida entera marcada por el error de una traición, ni las razones tras la misma. Sí, existían muchas cosas que no recordaba; Sin embargo, estaba seguro de que no se había sentido nunca tan asustado como en este momento, en el que su piel se erizaba por la tensión y sus cinco sentidos se veían forzados a agudizarse en un intento de poner su guardia en alto. Podía sentir los ojos de los integrantes de la LOV posados en él, y los oía acercarse lentamente. Atento, seguía con la mirada el cuchillo que Toga sostenía en su mano derecha: el filo de este era tanto que reflejaba la poca luz de la guarida en la hoja.
—Trabajas a nuestras espaldas… ¿Qué nos estás ocultando, Kaminari?
La voz de Shigaraki le produjo escalofríos. No de los escalofríos agradables como los que le provocaba la voz de Mind Hacker, sino de los feos: de los que te advierten que corras porque estás en peligro. Haciendo caso, dió una última ojeada a su alrededor y a las cinco personas que lo rodeaban (¿o debería decir cuatro y media? No estaba muy seguro de si Kurogiri era del todo un humano), hasta que encontró el espacio perfecto para escapar, y así lo hizo: dió un par de pasos hacia atrás y enseguida se dió media vuelta corriendo hacia la salida. Una vez estuvo fuera de la guarida siguió corriendo y corriendo hasta ya no escuchar los pasos ni las risas aterradoras detrás suya. No habían dejado de perseguirlo, sólo los había perdido momentáneamente. Aún sabiendo que no debía confiarse, se detuvo un momento para pensar en qué hacer, y recordó parte de su charla con Kirishima:
"—Todos en los vídeos de internet dicen que tienes que tener una palabra clave para que cuando estés allá y pues quieras volver aquí, la digas y regresas.— Decía el pelirrojo frente a la laptop. —Yo nunca necesité usarla así que no sé si funcione con casos como el nuestro… pero te ves como alguien que atrae los problemas, así que si alguna vez terminas metido en un lío grande, podrías intentarlo."
¡Eso es! ¡Solo necesitaba pensar en una y ya! Sería fácil... debería de ser fácil.
—Palabra clave, palabra clave… ¡uh! ya sé, ya sé.— apretando los puños y los párpados, Denki se preparó y soltó al aire: —¡Saracatunga!
Pasaron dos, tres segundos, esperó hasta diez, y no sucedía. Al ver que seguía en el mismo feo callejón, volvió a intentarlo con otra palabra, la primera que se le vino a la mente:
—¡Merequetengue!— … Y aunque esta vez había usado toda la concentración del mundo… nada. La nada misma. No estaba de vuelta en el departamento ni siquiera por asomo, no se había movido un mísero jodido centímetro; Sólo era él mismo gritando tonterías a la nada. —Aah, ¡No está funcionando! ¡¿por qué no está funcionando?!... ¡Mierda!
O lo habían estafado con lo de la palabra clave o el universo estaba jugando con él. No le alcanzó tiempo de quejarse, cuando volvió a oír los rápidos pasos cada vez más cerca, y de paranóico podía escuchar las hojas de los cuchillos arrastrar contra las paredes. Exaltado, regresó a correr como si su vida dependiera de eso... y así era.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
