Hoy me incorporaba a trabajar de nuevo, había pasado una semana en mi casa y ya me empezaba a aburrir. Soy una persona que necesita estar activa todas las horas del día, y estar tirada del sofá a la cama y viceversa no entraba en mis planes.
No había visto a Pedro en una semana, desde que se despidió de mi en mi casa, no le había visto más. No me extrañaba, seguro que debía de estar ocupado, tampoco le puedo reclamar nada, no somos nada.
Aunque me molestaba, toda la preocupación que supuestamente a tenido por mi, se esfumó en esta semana. Ni un mensaje, ni una llamada...Se que no debería de estar actuando así, parezco una niña cabreada, pero de verdad que me molesta.
Escucho el característico sonido del ascensor que hacía más de una semana que no escuchaba. Peter esta aquí, y yo no se ni como actuar, es como si fuese la primera vez que trabajé aquí.
-Buenos días, señorita Esposito.- dice esa voz ronca.
Puta madre
Como una voz puede hacer que me flaqueen las piernas tan rápidamente
-Buenos días, señor Lanzani.- digo sin titubear
Nos quedamos mirando, hasta que se da media vuelta y se encierra en su despacho. Como siempre, tengo que ir a hacerle el café. Así que se lo hago y se lo traigo.
Pico a la puerta y el me da paso.
Le dejo el café en la mesa, cuando me estoy apunto de dar la vuelta, me agarra de la muñeca con delicadeza.
-Como te encuentras?.- pregunta con voz dulce
y ahora se preocupa por mí, después de una semana desaparecido, por arte de magia ahora siente lastima por mi.
-Bien.- contesto tajante, quiero que note que estoy enfadada aunque no le pueda recriminar nada.
-Te pasa algo?.- pregunta extrañado levantando una ceja
-No, solo tengo trabajo que hacer, si me disculpa me retiro, gracias señor Lanzani.- me doy la vuelta con toda la dignidad del mundo, y con una media sonrisa en mi cara.
Sé que le he dejado con muchas respuestas, y que le molesta que yo le llamé señor Lanzani, pero se lo tiene bien ganado.
Las horas pasan y yo estoy demasiado aburrida, es verdad que tenía trabajo, pero tenía poco y ya lo terminé hace como una hora.
Así que me encuentro jugando al candy crush, todo un tópicazo pero es lo más interesante que he echo hasta ahora.
No pasa nada interesante durante todo el día, Pedro se ha estado todo el día encerrado en su despacho, y yo no he hecho la gran cosa, ha sido un día laboral bastante aburrido.
Estoy saliendo de mi despacho a la misma vez que que él lo hace, nuestras miradas quedan conectadas, lo miro con indiferencia, y él lo nota. Nos dirigimos hasta el ascensor en completo silencio, hay mucho tensión que se podría cortar con un cuchillo, pero si él no habla yo no voy a hablar.
Salimos del ascensor, y me encuentro con el peor de los panoramas, esta lloviendo, y no he traído el paraguas, y ahora no tengo a nadie que me venga a recoger y me lleve a casa.
Gracias lluvia de verano
Como si me estuviese leyendo la mente, Pedro decide hablar.
-Yo te llevo.- dijo con una leve sonrisa
-No, no hace falta, ya me vienen a buscar, gracias igualmente señor Lanzani.- miento, no tenía a nadie, y muy probablemente es que me quedase aquí hasta que la lluvia se calmase.
-No me llames señor Lanzani.- masculló entre dientes, sabía lo mucho que lo odiaba y por eso se lo decía.- sabes que no me gusta.- dijo rodando los ojos.- Yo te llevaré a casa, sé que no tienes quien te llevé, así que yo te llevaré, quieras o no, no te voy a dejar aquí sola cuando esta cayendo el diluvio universal, por favor, entra al coche.
No me quedaba otra alternativa, así que entré al coche, en el había una temperatura bastante agradable, para el frío que estaba haciendo fuera, era una de esas lluvias veraniegas que te desestabilizaban el cuerpo.
-Te pasa algo conmigo?.- vuelve a preguntar por segunda vez en el día
-No.- sentencio.
Que le iba a decir, que estaba molesta porque en una semana no se ha comunicado conmigo, que debería de haber llamado, no tiene sentido reclamarle algo de lo que no puedo.
-Tenemos que hablar.- esta vez fue él el que sentenció.
-Lo podrías haber hecho durante una semana y no quisiste.- oh mierda...acabo de abrir la caja de pandora sin querer. Si es no puedo estar callada ni por un momento.
Su expresión se vuelve seria, aprieta la mandíbula, señal de que le ha molestado mi comentario, o que le ha jodido la verdad, o las dos cosas.
Todo el viaje se vuelve en silencio, más de lo que ya estaba. Se que ha sido por mi culpa, no debí hacer ese comentario, pero o se lo decía o reventaba.
Llegamos a mi casa al cabo de un cuarto de hora, nadie ha dicho nada, y creo que no hay intención por parte de él. Para el coche y lo único que se escucha es el sonido de las gotas de agua chocando contra el coche, me encanta ese sonido, creo que es uno de los mejores sonidos que nos proporciona nuestra señora madre tierra, y más en estos momentos que por lo menos no hay un silencio sepulcral.
-lo siento, no debí...- empiezo a decir, pero me interrumpe
-No, no, tienes razón, pero tuve problemas personales, nada importante, pero quien debe de pedir perdón soy.- dice con una leve sonrisa
-Bueno, debería irme, gracias. Nos vemos mañana señor Lanzani.- estoy apunto de salir por la puerta del coche, cuando un fuerte estirón me hace sentarme de nuevo.
De un momento a otro, noto como esos carnosos labios que tanto deseo se posan sobre los míos. Es un beso intenso, cargado de emociones, no es para nada tierno, y muy brusco.
-No me llames señor Lanzani.- murmura jadeante con los ojos cerrados.- sabes que lo odio, y tu te empeñas en seguir llamándome así.- susurra de nuevo, estamos muy cerca, nuestros alientos aun se están mezclando.
-Por eso mismo lo hago.- susurro con una leve sonrisa. Salgo del coche y lo dejo ahí, bajo la inmensa tormenta que esta cayendo...
Y no solo en la calle, si no que también en mi interior.
NUEVO CAPÍTULO!! Volviendo de a poco a subir, se que les dije de subirles maratón pero la vdd es que volví a clases presenciales y no tengo mucho tiempo para escribir entonces quiero guardar los capítulos que ya tengo escritos para subirlos de a uno, disfrútenlo besitos ❤️❤️
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Pedro
RomanceMariana "Lali" Esposito, una chica de veintiún años, alegre, risueña, amable... esta en su ultimo año estudiando secretariado ejecutivo. Su amiga le consigue un trabajo de secretaria en una de las empresas mas prestigiosas y reconocidas a nivel mund...