Maratón 1/3
A la mañana siguiente todo transcurrió con normalidad, los dos nos levantamos abrazados, y actuábamos con si fuésemos parejas pero sin serlo.
Nos levantamos y fuimos almorzar con los abuelos de Peter, al acabar él y yo nos fuimos a dar una vuelta por los viñedos. Íbamos cogidos de la mano y algún que otro beso nos dábamos, Peter me iba explicando que se paso toda su vida entre estos viñedos y en la casa de sus abuelos. No le quise preguntar por sus padres, ya que es un tema que me gustaría saber pero que no me incumbe.
Al llegar a la casa, el nonno nos dice que nos tiene que presentar a una persona que lleva viviendo con ellos casi un año, y que es al ayudante de que los viñedos estén tan bien cuidados.
-Os presento a mi queridísimo ayudante.- dice el nonno con una espléndida sonrisa. Y a mi se me cae el mundo a pedazos.
Estoy en shock ahora mismo, no me podía creer lo que mis ojos estaban viendo, tenía que ser un espejismo, una ilusión.
Si eso tiene que ser...
Delante mio tenía a la persona que menos quería ver de todo el mundo, lo odiaba con toda mi alma, y no entendía que hacía aquí.
Señoras y señores tenía delante de mi a Agustin, mi hermano, sí, aquel que me disparó sin tener ningún motivo aparente para hacerlo.
No podía llegar a entender que hacía él aquí, era algo surrealista, hacía años que no lo veía, y por cosas de la vida me lo tengo que encontrar en la otra punta del continente.
Pero no cuadraban las cosas, si hace menos de diez meses estaba en Seattle disparándome, y el nonno había dicho que hacía casi un año que estaba con ellos.
O me estaba confundiendo de persona y mi mente quiso que creyera que esos ojos pertenecían a mi hermano, o de verdad fue él, pero nada tiene sentido.
-Lali, estás bien?.- pregunta Peter preocupado, sacándome de mi ensoñación
-Sí, sí, no te preocupes.- le digo con una cálida sonrisa.
Me presento ante él, como si nunca nos hubiésemos visto. Necesitaba respuestas, fue él quien juró protegerme ante todo, y fue él quien acabó destrozándome, ¿Por qué?
Solo de pensar que mi padre puede estar detrás de todo esto, se me revoluciona el estomago, y me entran ganas de vomitar, del asco de que me da solo de pensarlo.
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Había llegado la noche, y aún no había hablado con Agustin, no es que tuviese muchas ganas pero necesitaba algo de información, si no voy a volverme loca de tanto pensar y pensar, y nunca llegar a una conclusión coherente.
-Ey...estás bien?.- me pregunta Peter abrazándome por la espalda. Me doy la vuelta y asiento, no tengo muchas ganas de hablar ahora.- Sabes que si necesitas algo estoy aquí vale?.- me dice, y me planta un beso en los labios.
Dios, como había anhelado uno de sus besos.
-Gracias.- le susurro.- estoy bien, solo necesito un poco de aire, necesito aclararme un poco, no te importa no?.- le pregunto, niega con la cabeza, y le doy otro beso en los labios.
Estoy apunto de salir de la habitación, cuando Peter me da un leve tirón del brazo, y caigo en su regazo.
-Ve con cuidado vale?.- me dice preocupado. Asiento, le acaricio el pelo y le planto un leve beso en la comisura de los labios.
Es extraña la relación que tenemos a día de hoy, pero realmente me gusta lo que tenemos.
Salgo al exterior, y se esta bastante bien, estamos en verano, y por lo tanto no hace tanto frío, solo un ligero viento que es cálido.
Escucho que me llaman, me doy la vuelta, y ahí me encuentro al causante de mis pesadillas. Estoy bastante indecisa, no se si acercarme a él o no, decidida voy a donde esta él.
Recemos para que no me muera
-Lali, se que no quieres hablar conmigo, ni mucho menos verme, pero necesito explicarte esto, porque nada es como tu te piensas, es mucho peor, así que por favor, vayamos a un sitio, donde no nos escuchara nadie, y te prometo que te lo cuento todo, y te juro que no te voy a hacer nada, te lo juro, pero por favor escúchame.- me dice desesperado. Se le notaba en la cara y en sus gestos que estaba desesperado, y quería que yo le escuchase.
La cuestión era que no sabía muy bien si quería escuchar lo que se me avecinaba, o seguir con mi grandiosa mentira, de "soy feliz y nada malo me ha pasado". No sabía si estaba preparada para la verdad, pero si no lo estaba ahora, dudo mucho que lo hubiese estado más adelante, además se me presenta una oportunidad única de poder enfrentarme a la realidad que por mucho tiempo he estado huyendo. Ahora era la hora de cerrar este circulo o de abrir mi peor pesadilla, pero puestos a poner, prefiero luchar y cerrar el circulo, que no haber luchado y que mi peor pesadilla permanezca siempre viva.
Me llevaba a una casita que había visto a lo lejos pero que no tenía ni idea que él tuviese acceso a ella, supongo que es ahí donde ha estado viviendo todo este tiempo.
Es bastante acogedora y a la vez rústica, creo que a Peter se le ha pegado el gusto de sus abuelos porque en la empresa las oficinas son iguales, tiene dos plantas, en la parte de abajo tiene un comedor con su pequeña cocina, un lavabo y una pequeña chimenea que hace que el sitio este calentito, y en la parte superior, hay dos habitaciones, que supongo que serán dos dormitorios.
Nos sentamos en el sofá, y nos miramos cara a cara, hacía tiempo que no lo veía, y esta más guapo que nunca, es cierto que mi hermano siempre ha sido guapo, pero incluso lo veo más guapo que antes, cuando solo llevaba ropa rota y la cara negra de la suciedad, y una cara pálida por el echo de no comer lo suficiente. Dura realidad que hemos tenido que pasar
-No sé por dónde empezar, de verdad que los engranajes de mi cabeza no paran de trabajar, de pensar todo el rato como debería decirte esto. Se que va a ser duro de asimilar, pero que sepas que aquí estoy yo para lo que necesites, hermanita.- me dice con una leve sonrisa.
No se si matarlo, o abrazarlo por haber estado tanto tiempo sin saber de él. De verdad que lo he echado mucho de menos.
-Suéltalo, soy bastante grande para asimilar las cosas.- sentencio
-Vale, pues allá voy.- hace una pequeña pausa y traga saliva.- Es papá, y va a por ti.
Esas simples siete palabras, hacen que mi mundo estalle en pequeños pedazos y se rompa, al igual que lo hace mi vida.
SORPRESA!! al fin la esperada maratón que les venía prometiendo hace mucho tiempo, siento mucho mi desaparicion, este año escolar ha estado muy agotador pero ya terminé todos mis exámenes bien así que ahora les puedo publicar esta maratón! Ojalá les guste dejen sus votos y sus opiniones en comentarios besitos ❤️❤️
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Pedro
RomanceMariana "Lali" Esposito, una chica de veintiún años, alegre, risueña, amable... esta en su ultimo año estudiando secretariado ejecutivo. Su amiga le consigue un trabajo de secretaria en una de las empresas mas prestigiosas y reconocidas a nivel mund...