Capitulo 10

1.5K 75 8
                                    

No sé en que maldito momento decidí aceptar este trato, me encuentro en su avión privado-como no- malhumorada y de camino a Italia.

Mientras que Peter esta con una sonrisa de oreja a oreja en el asiento de al lado, yo llevo un cabreo de mil demonios. Pondría rumbo a una aventura que me desagradaba por completo, tenía malas impresiones de este viaje, y no me gustaba para nada.

Llegamos al sur de Italia, más concretamente a Nápoles. A simple vista muy bonita, siempre me había gustado ir a Italia, pero nunca me imaginé que fuese con semejante persona... Todo era muy colorido, y se respiraba un ambiente cálido, ese olor tan característico a masa recién hecha estaba en el ambiente.

Llegamos a una gran mansión, porque eso de casa tiene bien poco. Tenia un bonito jardín, y se veía que estaba bien cuidado. Entramos por la enorme puerta que tenía la mansión, todo por dentro era muy bonito, se veía todo muy vivo y muy colorido. Había una gran escalera que supongo que llevaría a las habitaciones

Las habitaciones...

Mierda no había caído que tenía que dormir con Pedro...esto no puede ser, tiene que ser una pesadilla. Claro porque el abuelo se piensa que estamos saliendo, y nos hará dormir juntos...madre mía.

Una mujer nos recibe en la entrada, supongo que será la abuela de Peter por el gran recibimiento que le ha dado, lo ha abrazado y besuqueado.

Hace lo mismo conmigo, y me dice que le llame nonna, aunque se llama Gia, me siento un poco tensa, ya que hacía mucho tiempo que no recibía un abrazo tan maternal, miro hacía Peter y veo un brillo inexplicable en sus ojos.

No recuerdo cuando hace que no me daban un abrazo así, lo único que se es que hace mucho tiempo, de eso puedo estar bastante segura. Había sido un abrazo cálido y a la vez reconfortante.

Salgo de esta pequeño ensoñación cuando escucho que alguien me llama, doy un pequeño brinco sobresaltada, y sigo a Pedro y a su abuela hacía el interior de la mansión.

Si ya me había impresionado el exterior, el interior era mucho más espectacular. Había unas grandes escaleras que supongo que llegarían a las habitaciones. A la izquierda había una sala de estar impresionante pero a la vez era acogedora, y a la derecha nos encontramos con una gran cocina rustica, era preciosa esa cocina, incluso tenía un horno típico de Italia, y más al fondo, había un ventanal, donde se podía acceder al patio enorme que había, incluso tenía una gran piscina.

-Ya sabes bella aquí llevamos muy dentro nuestra tradición italiana.- me dijo con una gran sonrisa refiriéndose al horno.

-Es simplemente maravilloso, esta casa es todo muy rustico y muy acogedora.- le contesté embelesada.

Ella me sonrío pero no dijo nada. Yo miré a Peter, que en todo el rato que estuvimos viendo la casa no había dicho nada, entonces lo pillé con una sonrisa que nunca había visto antes, le sonreí de vuelta, pero entonces su semblante paso a serio.

bipolar

La nonna de Peter nos conduce a la habitación que compartiremos juntos, al igual que toda la casa la habitación era bastante rustica y acogedora, también es bastante grande, tenía su propio cuarto de baño, un vestido enorme, incluso una chimenea y una cama de matrimonio inmensa.

Menos mal así no nos tocaremos

-Entonces que te ha parecido?.- pregunto Peter sentándose en la cama, a la espera de lo que contestase. No entendía este repentino interés, cuando durante todo lo que ha durado la visita a la casa me ha estado ignorando, incluso lo he notado frío cuando le sonreía.

-Bien, todo muy bonito, muy rústico.- dije de forma seca y bastante distante.

Lo que no sabía Lali, era que ese distanciamiento que él había producido lo estaba matando lentamente en su interior, había sido muy tonto de haberle pedido las cosas así, y sobre todo de esa manera. Pero necesitaba ese dinero fuese como fuese, ya no era por tener más poder, era porque no quería fallarle a sus abuelos, no una vez más.

Peter me dedicó una sonrisa que fue más una mueca que otra cosa, se notaba incómodo y a la vez afligido, no lo había visto nunca de esa manera, pero en sus ojos desprendía una melancolía que jamás vi.

Pedro se fue de la habitación y me dejo sola, tiempo que aproveche para sacar las cosas de mi maleta y las coloque ordenadamente en el armario. También me dio tiempo para pensar un poco, lo había hecho durante todo el camino, pero ahora tenía mas tiempo para pensar las cosas con calma. Estaba enfadada con él, me había utilizado solo para que yo sea su ''mujer'', pero a la vez tenía sentimientos contradictorios, me gustaba, dios sabe que de verdad lo hacía, echaba de menos ser besada por él, pero después de lo que me ha hecho dudo mucho que lo vuelva a hacer.

Unos toques en la puerta me despiertan de mi ensoñación, y por la puerta asoma la cabeza de Pedro.

-Mi abuelo quiere conocerte.- dice con una leve sonrisa.

Nos dirigimos hacía donde esta su abuelo, y me encuentro con una persona robusta y recta, a pesar de que muestra que impone, es todo lo contrario, al igual que nonna él me dice que se llama Giulio, pero que lo llame nonno,

Estuvimos toda la tarde hablando con los abuelos de Pedro, para nada son lo que aparentan, a pesar de tener mucho dinero, son nobles, y no les importa el dinero, este lo han ganado a base de años de esfuerzo y trabajo.

Los abuelos de Pedro tienen un viñedo, me contaron que al principio les iba muy mal porque las cosechas no eran buenas, pero que pudieron remontar y pudieron formar su propia empresa con algunos ahorros que ibas teniendo, y que finalmente habían formado Gilio una marca mundialmente conocida pero sobre todo conocida en Nápoles.

Activando un poco! Les dejo este capítulo ojalá les guste, déjenme sus opiniones en comentarios y sus votitos, besos❤️

PedroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora