Estaba estirada en la cama contemplando al hombre que hace palpitar mi corazón a un ritmo descabellado, estaba encima de mi, sabía lo que iba a pasar a continuación, pero por nada del mundo me iba negar, todo lo contrario, lo quería hacer y lo deseaba, tenía a un adonis a mi lado, como para no desearlo.
Peter me iba besando y a la vez masajeándome lo pechos, era una sensación inexplicable. Me iba a entregar a él, ya había mantenido relaciones sexuales antes, pero eran mas terrenales, y con poca pasión y sentimientos, esta en cambio era todo lo contrario, había pasión y muchos sentimientos encontrados en medio.
-Dios...me encantas.- susurra Peter en mi oído, y a la vez me iba quitando el pantalón, solo quedaban las bragas y estaría totalmente desnuda para él, pero no me importaba, tenía plena confianza en él para querer estar desnuda ante su mirada.
Me iba acariciando los brazos, su tacto hacía que mis pelos se erizasen, era una sensación maravillosa, me daba escalofríos del gusto que me daba.
Baja hasta mi clítoris y lo masajea durante un rato, hasta que se lo introduce en su boca, y a la vez introduce dos dedos en mi interior, empieza a darme placer, en ese momento estaba tocando el cielo, mis corazón iba a estallar de un momento a otro de todas las sensaciones que estaba teniendo, estaba a punto de llegar al orgasmo. Pero antes, le di la vuelta a Peter, y ahora estaba encima suyo, empecé a masajear su miembro, y vi como puso los ojos en blanco del placer que le estaba dando, jamás me cansaría de darle el placer que se merece.
- Dios...nena me vas a matar.- dice mordiéndose el labio y echando la cabeza hacía atrás. Acto seguido me introduje su miembro en la boca, pasándole la lengua por el principio, y bajando lentamente.
De repente Peter me coge de los hombros y me da media vuelta, quedando él encima de mi.
-Sé que no soy el primero, pero quiero ser el último.- dice acariciándome la mejilla y besándome el cuello.
-Lo eres.- dije besándolo con todas mis fuerzas
Intenté coger su miembro para introducirlo en mi pero el me detuvo,
-Despacio cara, quiero descubrir cada rincón de tu cuerpo, se que no es tu primera vez, y la mía mucho menos, pero es nuestra primera vez juntos, y quiero recordar este momento hasta el día que me muera.
Volvió a introducir dos dedos en mi interior, excitándome cada vez más, y dándome oleadas de placer más intensas.
-aah!- gemí cerca de su oreja
Tenía muchas ganas de disfrutar de él, teníamos una pasión los dos que jamás vi, congeniábamos a la par, y eso me encantaba.
Peter se posiciono en mi entrada, aún no se había introducido en mi, y lo deseaba con todas las ganas del mundo, quería que estuviese dentro de mi ya, no aguantaba las ganas que tenía.
Me besa intensamente y poco a poco voy notando como se va introduciendo dentro de mi, lentamente, como si el tiempo fuese eterno para nosotros dos, una sensación de plenitud me invade en cuanto ya está totalmente dentro de mi, es una sensación inexplicable pero a la vez es agradable y placentera.
Se esta unos segundos parado dentro de mi, y luego empieza a moverse rítmicamente, dándome embestidas cada vez más fuertes, y cada vez volviéndome todavía más loca.
-Mírame preciosa, mírame por favor.- dijo en un susurro suplicando
-Ah...Peter!.- digo gimiendo, me estaba dando un placer indescriptible
Lo miré, lo hice como si fuese la cosa más bonita que mis ojos hayan visto nunca, lo miré como si estuviese viendo un cielo estrellado, lo miré con una mirada llena de fuego.
No podíamos hacer mucho ruido, porque los abuelos de Peter estaban durmiendo, y vale que la casa es grande, pero no me apetece que escuchen como su nieto me hace gemir.
-Me vuelves loco preciosa.- susurra Peter extasiado, se había corrido antes que yo. Pero siguió unos momentos más hasta que yo me corrí, explotando, y volviéndome más loca por el hombre que tenía encima.
Se echó a un lado, y me agarró de la cintura, quedando los dos abrazados. Aún seguía flotando, estaba en una sensación que jamás pensé que llegaría a sentir.
-¿Cómo estás?.- preguntó Peter.
-Como si estuviese flotando en una nube.- le digo con una sonrisa de oreja a oreja.
-Ven.- se levantó y me tendió la mano.Fruncí la frente levemente, no sabía que estaba pasando.- vamos a darnos un baño, quiero rememorar esta noche siempre.
Peter prepara el baño, a una temperatura considerable, me gustan mucho los baños calientes, me relajan muchísimo. Le pone sales aromáticas, incluso velas, que alguien me pellizque porque creo que estoy soñando.
Entramos en la bañera, quedando Peter detrás de mi, con su pecho pegado a mi espalda. Me iba dando pequeñas caricias en los brazos y cierro los ojos sobretodo cuando empezó a masajearme el pelo, eso es algo que me vuelve loca, que me toquen el pelo, es una sensación maravillosa y a la vez relajante.
Las palabras sobraban en ese momento, era todo tan sensible y tan erótico, que parecía que estuviésemos en nuestro propio paraíso.
Ni Adán ni Eva estarían tan felices en su paraíso como lo estamos nosotros ahora mismo.
Acabado el baño, nos tumbamos en la cama, los dos abrazados, mi espalda en su pecho, y Peter dándome caricias en el pelo, me estaba quedando dormida en los brazos del hombre que quería en mi vida.
-¿Qué me estas haciendo preciosa?.- escucho su voz muy lejana, y quedo en los brazos de morfeo junto a él.
Yy, nosé que poner acá jsjs, ojalá les haya gustado estos capítulos, dejen sus comentarios y sus votitos, besitos ❤️ cuídense.
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Pedro
RomanceMariana "Lali" Esposito, una chica de veintiún años, alegre, risueña, amable... esta en su ultimo año estudiando secretariado ejecutivo. Su amiga le consigue un trabajo de secretaria en una de las empresas mas prestigiosas y reconocidas a nivel mund...