INTRODUCCIÓN

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Canción: Creep- Radiohead


Era 24 de diciembre, nochebuena y vísperas de navidad ,la gran familia de los Tomlinson se reencontró de nuevo, como todos los años.

La consanguinidad de los Tomlinson vivía en el centro de Londres, Reino Unido, donde el frío se intensificará más que nunca.

A cada minuto sus familiares con los que tal vez apenas compartía sangre, entraban por la puerta saludando con alegría y dando dos besos a todos, uno en cada mejilla.

Él, como cada año, se sentó en uno de los extremos de la larga hilera de mesas que montaban todos para cenar juntos, al otro extremo se encontraba su abuelo, muy probablemente uno de sus seres más preciados sobre la faz de la tierra.

Normalmente la cena se separaba entre hombres y mujeres, al lado de la ventana las mujeres y al lado de la puerta los hombres, y si, todo y aunque el chico fuera un "Hombre" se tenía que sentar junto a las mujeres, pues los niños menores se sentaban junto a ellas. Justo el año anterior su hermana, al cumplir los dieciocho, se separó de la familia para ir a casa de su pareja, Ed. Entonces se quedó solo con muchas mujeres que charlaban de cosas como sus placeres o sus deberes.

Siempre había lo mismo de comer en Nochebuena, la originalidad no era el punto fuerte de la familia. La mayoría de las mujeres y Louis, el apiadado chico ,preparaban la exquisita cena mientras otros tantos hombres montaban las mesas ,aunque al final siempre las mujeres acababan interviniendo y montando ellas las mesas ,luego de eso ,Louis se escabullía con su abuelo para arreglar los altavoces y poner la música navideña que tanto le agradaba escuchar a la familia ,para que pensaran que todo iba bien.

Las navidades eran algo más que "el nacimiento de Jesús" ,era estar en familia ,comer y beber juntos, obsequiarse pequeños detalles con cariño y explicarse cómo había pasado el año ,aunque ya sabíamos cómo fue el año del otro eso creaba la satisfacción de saber de que alguien está a tu lado ,de que tu familia te apoyaba y te consentía, pero siempre había una excepción.

Louis era el chico con ojos de un precioso celeste acompañados de su piel ligeramente bronceada y sedosa con algunos lunares y arrugas al lado de los ojos, por consecuencia de sonreír. Todos sabían, que en el mundo de Louis su familia no encajaba, y Louis no encajaba en el mundo real con ellos, sus ideales, su forma de pensar o simplemente algunos gestos que hacía, o sus gustos, todo era rotundamente negado por la familia.

Esa noche le habían obligado a comer más de lo usual. Su tía-abuela, que no era tan mayor como indicaba el nombre, se defendió diciendo que había hecho la comida con todo su cariño, por lo que se comió todo lo que le indico.

Louis se sentía mal ,solo sentía que todo estaba mal, llevaba un mes sin quejarse de nada, estando bien, pero lo había fastidiado. Su cuerpo reaccionó sin pensar ,se levantó para dirigirse al baño, en una consistencia que dudaba que le perteneciera. Y su voz soltó un ligero "disculpa voy al baño" mientras la mirada apenada de su abuelo le perseguía en la nuca y su cuerpo que ya no controlado le abrió la puerta del curvado pasillo para dirigirse al baño.

Y ahí estaba él, en el baño después de haberse insultado a sí mismo de todas las maneras posibles, después de haberse repudiado un poco más de lo que ya hacía mirándose al espejo y contando calorías que se había comido, intentando ignorarlas.

Su cabello color castaño común desordenado -su antes arreglado- flequillo desordenado en sus tristes ojos que parecían absorbidos por el mismísimo señor del infierno, eran del mismo color que la sombra más oscuras, pues sus pupilas se dilataron tanto que no existía diferencia entre ambos colores, y su línea del pelo inexistente apareció creando una carretera con curvas a su semejanza, sus ojeras marcadas junto a sus labios finos y de un rosa que iba encaminado a rojo de tanto morderse.

Según él parecía un fantasma.

Buscó sus gafas d leer que colgaban de su camiseta blanca, hacia conjunto con su chaqueta y pantalón negros de rayas del color de la camisa, y se puso las gafas intentando mejorar su aspecto, cosa que no le funcionó.
Se veía triste desgarrado y algo pálido, era como si ya no se reconociera ante el espejo, había creado una persona a la semejanza de lo que dictaba la eterna desagradable sociedad, había creado alguien que complaciera los tantos fetiches de la sociedad, que era manipulado sutilmente por las voces del fondo de una sala.

Era como un simple muñeco moldeable.

Al final Louis decidió quitarse las gafas de lectura y volver a la cena, como si nada hubiera pasado, como si no tuviera ninguna crisis existencial ni nada parecido. Como si no hubiera pasado nada. Volvió a la mesa con una clara sonrisa falsa de la que nadie se dio cuenta, todos estaban demasiado ocupados en sus asuntos como para darse cuenta de lo que le pasaba a aquel chico de solo dieciocho años .

La cena prosiguió con normalidad, los hombres adultos apostaban entre ellos con un juego llamado Dominó, la mayoría de mujeres jugaban al bingo tranquilamente sin hacer mucho más ruido de lo que hacían los hombres mientras el resto simplemente hablaban entre ellos o estaban absortos en sus pensamientos.

En el caso de Lou, uno de los apodos del chico, él hablaba con su mejor amigo, Harry Styles. No tenía ganas de unirse a ninguna conversación o ningún juego, simplemente le agradaba estar con Harry y le interesaba aprovechar su tiempo hablando con él, en vez de con un par de borrachos incompetentes.

Louis sonrió instantáneamente al ver que Harry le respondía, al parecer en su casa todos se quedaron dormidos de emborracharse tanto ,menos su prima menor, que estaba jugando con el balón de su tío.

Entre ellos hablaban de que se iban a ver para navidad, es decir, se iban a juntar el día siguiente, para celebrar el cumpleaños de Louis. Los dos estaban ansiosos, les encantaba pasar tiempo entre ellos en vez de hacer otras cosas que hacían los niños de su edad.

De esta manera ellos quedaron para después de comer y luego de eso se irían a casa de Harry a cenar y dormir.

En cuanto a Harry, o como sus padres le llamaban; Edward. Era totalmente diferente a Louis.

Harry tenía ojos verdes ,como un verde del mar ,especialmente cuando los destellos del sol se quedaban reflejados en las olas. Su cabello era castaño resplandeciente con sus adorables y permanentes rizos naturales, además de que Harry tenía su piel pálida y sus pequeños hoyuelos. A parte, Harry era un año menor que Louis. Tenía diecisiete años. Y como no, era más alto que Louis.

Pero a ellos no les parecía importar cualquier diferencia física entre ellos, o los comentarios ofensivos de la gente cuando les veían por la calle, en esos momentos solo eran ellos y nadie más. H & L.

Cabe decir, que cuando eran pequeños y se conocieron se odiaban mutuamente, pero no pasó mucho hasta que el pequeño de ojos verdes decidió pedir disculpas y un abrazo de parte de Louis.

Pero Harry era prácticamente su segunda familia, ahí le querían y le amaban, era como su hogar deseado.

Sin embargo, su mente no paraba de repetirle que esa no era su verdadera familia.

Pese a esto, ellos llevaban siendo mejores amigos desde que tiene uso de razón, siempre estaban juntos.

Y así transcurrieron las horas, entre ellos hablaban mientras sus familias jugaban, bebían o simplemente dormían, hasta que la paz de la noche llegó para arrastrar a todo el mundo al país de los sueños, con Morfeo, y poder poner los pequeños paquetes de bonita envoltura debajo de los árboles navideños.

Blue Eyes In The Blue Sea-LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora