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— ¿Y?

Oikawa entrecerró sus ojos haciendo una mueca, detrás de él se encontraba otro azabache, pareja de Kenma. Kageyama se mantuvo en silencio, sin saber que debía de responder, además ¿Por qué debía dar información de su vida privada a un par de personas para nada importantes?

— ¡Hemos vuelto! — Hinata sonrió, sentándose al lado de Tobio. Sus ojos mostraron sorpresa al encontrarse con la mirada curiosa y molesta de Tōru, quien se encontraba al lado del azabache. — ¿Tōru? ¿Comerás con nosotros?

— Oh, no, no. — Sonrió. — Solo quería saber si eran ciertos los rumores de ustedes dos. ¿Es cierto que ya están saliendo?

— Bueno... — Shōyō sonrió nervioso. — Aún no es oficial.

— Lo es. — Kageyama se giró hacia el pelinaranja, elevando una ceja. — Shōyō, ¿Puedo ser tu novio?

Las mejillas del menor se coloraron un poco ante la repentina pregunta y la forma de hacerla. Las miradas curiosas de las otras cuatro personas sólo parecían ponerle más nervioso, pero él ya estaba seguro de su decisión, lo había pensado durante toda la clase.

— Sí, Kageyama. — Hinata se inclinó, dejando un beso en la mejilla del ojiazul. — Puedes serlo.

Tetsurō sonrió sin poder creer lo que sus ojos veían, por su parte Oikawa se puso de pie, mirando a su compañero de habitación y amigo.

— Bien por ti, Shōyō, espero que les vaya bien en su relación, y por favor ten cuidado con la loca, cuando se entere ella solo... Se volverá aún más demente. — El castaño se despidió con la mano, marchándose con Kuroo, quien le dió un empujón a Tōru, y este le devolvió el gesto con un golpe en el abdomen que hizo al azabache retorcerse. Hinata y Kozume rieron.

— Shōyō. — El menor giró su rostro para mirar al mayor, sorprendiéndose al sentir unos labios sobre los suyos. Sonriente, sus ojos se cerraron y correspondió al delicado beso, acariciando las mejillas del azabache.

— Lo siento, debo ser sincero. — Se disculpó Kenma. — ¡Pero son la pareja más extraña que he conocido! — Hinata rió. — ¡No te rías! ¡No son normales!

— Sí, quizás. — Respondió, comenzando a comer en silencio, mientras una pequeña sonrisa aparecía en su sonrojado rostro.

Tras terminar sus desayunos, Hinata y Kageyama se despidieron de Kozume, quien se quedaría con su pareja, mientras ellos dos decidieron ir a dar una vuelta antes de que la siguiente clase comenzara.

— ¿Sabes? Creo que podría contarles a mis padres de esto, estoy seguro de que se pondrán como locos.

— ¿Es malo?

— No, no. Mis padres no me ven con pareja desde hace un buen tiempo, querían que consiguiera a alguien, pero... Bueno, estaba muy enfocado en mis estudios como para encontrar a alguien... Hasta que apareció cierto tipo amargado y maleducado en mi primer día de la universidad, que llegó tarde y parecía no hablar con nadie.

— ¿Es una indirecta o algo similar? — Shōyō rió. — En mi defensa, no he tenido pareja nunca, hasta que apareció un revoltoso con cara de que obtendría las peores calificaciones del mundo, pero realmente es buena competencia.

— Hey, no soy revoltoso. — Hinata se detuvo, Kageyama sonrió burlón. — Quizás un poquito.

Sonriente, Shōyō enrolló sus brazos en el cuello del mayor, quien se inclinó para unir sus labios en un suave, pero largo beso. Los ojos de Hinata se cerraron mientras la sensación de cientos de corrientes eléctricas recorrían su cuerpo y se reunían finalmente en su vientre, su ceño se fruncía levemente, sin saber lo que significaba. Se sentía tan atraído a Kageyama que le resultaba aterrador el cómo había pasado de no quererle cerca a estar juntos en aquel momento como una pareja oficial.

𝑻𝒉𝒆 𝒄𝒐𝒍𝒅-𝒆𝒚𝒆𝒅 𝒃𝒐𝒚 - 𝑲𝒂𝒈𝒆𝑯𝒊𝒏𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora