"El compromiso entre Shibayama Yūki y Kuroo Tetsurō ha sido cancelado".
Era la noticia que recorría por todos los pasillos de la universidad, sorprendiendo a cada persona que lo escuchaba.
Una vez que llegó a oídos de Kozume, el pelinaranja tuvo que ayudar a sentar a su amigo, pues estuvo a punto de desmayarse ante la impresión.La noticia había sido dada por Tetsurō, quien esa mañana al llegar, fue corriendo hacia su mejor amigo a contarle sobre el hecho, y al ser escuchado por otras personas rápidamente fue conocido por toda la universidad.
Kenma tomó las manos de Shōyō y le observó a los ojos incrédulo.— Dime que no es cierto, por favor.
— Lo es, Kenma. — Hinata sonrió. — Los padres de Kuroo han cancelado el compromiso.
Ambos pudieron escuchar alboroto fuera del salón, el rubio estaba cerca de la pared, por lo que no lo vio, pero Shōyō sí lo hizo.
Kuroo se encontraba frente a la entrada, siento animado por sus amigos a entrar. Hinata sonrió y miró de nuevo a su amigo.— Parece que te buscan, te veré luego. — Antes de que Kenma pudiese decir algo, Hinata salió del salón, a su vez, Tetsurō entró al sitio, encontrándose con la mirada de Kozume.
El azabache le observó en silencio por pocos segundos antes de notar los ojos de Kenma, los cuales parecían comenzar a llenarse de lágrimas que luchaban por salir, fue entonces que el mayor corrió hacia su pareja y le abrazó con fuerza, depositando un suave beso en su frente.
— Kenma... — Susurró Kuroo, abrazando al menor con fuerza. —... No volveré a dejarte ir.
Hinata comenzó a caminar sin compañía por los pasillos, en silencio, solamente buscando perder el poco tiempo que tenía antes de que las clases dieran inicio. Habían pasado dos semanas desde que se había reunido con los padres de Kuroo, y aún le era difícil entender el cómo habían cancelado el compromiso, pues en aquel momento la pareja se negaba rotundamente a aceptar cancelarlo.
Una sonrisa se estiró en el rostro de Shōyō al recordar también la forma en que el azabache de ojos azules le había defendido de las palabras de la pareja, después de esa situación, Tobio pasó todo el día junto al pelinaranja en la habitación, susurrando a su oído miles de frases hermosas que revolvían el estómago de Hinata."Cuando nos comprometamos, será cuestión de tiempo para que seas un Kageyama... Nadie volverá a intentar humillarte, porque todos sabrán que movería cielo y tierra para atrapar a los responsables. Hinata Shōyō, incluso sin estar casados, estás en la cima del mundo, y nadie cambiará eso ni aunque pasen cientos de siglos".
La sonrisa de Shōyō solamente creció, dándose cuenta de que no se había equivocado al escoger vivir su vida al lado de Tobio. Había tomado la decisión correcta, y esa era abrir las puertas de su corazón a ese frío y maleducado muchacho de ojos sin vida.
Después de unos minutos, Hinata volvió a su salón, pues era hora de entrar a clases. Allí se encontró con Tobio, quien, al verle llegar, sonrió, esperándole felizmente a que tomara asiento a su lado. Detrás del azabache se encontraba un sonrojado y alegre Kenma.
Hinata suspiró, tomando asiento al lado de Kageyama y depositando un beso en los labios de su pareja.Ese día, las clases pasaron rápidamente. A la hora del desayuno, Kageyama decidió ir a la cafetería, haciendo una excepción, y cuando fue la hora de la salida, Shōyō se despidió de todos sus amigos con una enorme sonrisa, deseándole suerte a Kozume.
— Andando. — Shōyō tomó la mano de su pareja, quien entrelazó sus dedos y le llevó hasta el auto que les esperaba allí.
Fue cuestión de minutos antes de que llegaran a casa nuevamente, y al entrar, se dirigieron directamente a su habitación.
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𝑻𝒉𝒆 𝒄𝒐𝒍𝒅-𝒆𝒚𝒆𝒅 𝒃𝒐𝒚 - 𝑲𝒂𝒈𝒆𝑯𝒊𝒏𝒂
Teen FictionÉl tenía unos ojos que parecían no querer vivir un día más, el otro tenía unos ojos llenos de vida que alegraban todo a su alrededor. "(...) Sus ojos azules se posaron sobre él durante unos segundos, estos parecían demasiado inexpresivos, como si re...