Shōyō entró a la habitación en la que vivió los primeros dos meses de universidad, encontrándose de frente con Tōru. El castaño abrió sus ojos con impresión antes de sonreír y lanzarse a los brazos de su amigo.
— ¿Qué haces aquí? ¿Volverás? — Preguntó el mayor, contento.
— De hecho... Es al contrario. — Rió nervioso Hinata mientras entraba a la habitación. — Recogeré mis cosas, viviré en la casa de Tobio desde ahora.
— ¿Cómo? — El ceño de Oikawa se frunció. — ¿Estás seguro de ello, pequeño Shōyō?
— Totalmente, no te preocupes Tōru, puedes ir a visitarme cuando desees. — El pelinaranja le dio al castaño una mirada cómplice para después ambos reír.
— Perfecto, tengo una excusa para pasar en la casa de Tobio-chan cuando lo desee. — Los dos se sentaron sobre la cama de Tōru, quien pasó uno de sus brazos sobre los hombros de Hinata. — ¿Cuándo te llevarás tus cosas?
— Oh, cierto. ¡Pueden pasar! — Oikawa dirigió su mirada a la puerta, notando a dos hombres vestidos de traje entrar, después entraron también Tetsurō y Bokuto, quienes se habían ofrecido a ayudar al menor a empacar las cosas.
— ¡Hey, Hey Tōru! ¿Cómo estás?
— Hola, Bokuto, estoy bien... Ah, y hola a ti también, Tetsurō. — Ambos se miraron antes de hacer una mueca.
— ¡Qué infantiles! ¡Deberían de llevarse bien!
— ¿Tú estás hablando de ser infantil, Bokuto? — Preguntó Kuroo al bicolor, quien rodó los ojos, ayudando a los otros dos hombres de traje a empacar las cosas de Shōyō en cajas.
— En fin, creo que volveré a la universidad pronto. ¿Qué hay de nuevo?
— Bueno, Tsukishima y Yamaguchi están juntos de nuevo, Ushijima se ha vuelto más abierto con el grupo, y Tendō no deja de molestar con que quiere conocerte. — Respondió el castaño, mencionando los dos últimos detalles con una pizca de molestia en su voz.
— ¿Ushijima? ¿Tendō?
— Es cierto, Hinata aún no los conoce oficialmente. — Comentó Kuroo, mientras acomodaba los libros y cuadernos del menor en una caja. — Deberías de presentárselos cuando Hinata vuelva a la universidad.
— No sé.
— Quiero conocerlos. — Shōyō sonrió. — Deben de ser personas agradables.
— Y lo son. — Aseguró Koutarō. — Al menos Tendō, Ushijima... Bueno, casi no habla con nosotros.
— Es bastante serio, de seguro te aburrirá. — Habló Tōru.
— Tōru ¿Debo de recordarte como era Tobio hace unos meses atrás?
— Cierto, tienes una debilidad por los idiotas, bien, no creo que tengas problema con ello.
— Oye. — Hinata rió. — Tobio no es un tonto.
— El amor es ciego. — Oikawa se colocó de pie, ayudando a las demás personas en el sitio a empacar las cosas del pelinaranja. — ¿Necesitas ayuda para dejarlas en tu nueva casa?
— Estoy bien.
— Di que sí, baka.
— Bien, bien. Sí, ocupo algo de ayuda, Tōru, ¿Tienes tiempo? — Ambos sonrieron antes de comenzar a ayudar a las otras cuatro personas.
Les tomó una hora y media empacar todas las cosas de Shōyō, quien estaba sorprendido, pues no recordaba haber llevado muchas cosas consigo cuando llegó a Tokio.
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𝑻𝒉𝒆 𝒄𝒐𝒍𝒅-𝒆𝒚𝒆𝒅 𝒃𝒐𝒚 - 𝑲𝒂𝒈𝒆𝑯𝒊𝒏𝒂
Teen FictionÉl tenía unos ojos que parecían no querer vivir un día más, el otro tenía unos ojos llenos de vida que alegraban todo a su alrededor. "(...) Sus ojos azules se posaron sobre él durante unos segundos, estos parecían demasiado inexpresivos, como si re...