Apodos

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-Repitelo de nuevo.

-Rachel

-Es que no tiene sentido Kurt, ¿por qué Blaine y Sam se iban a estar besando? Debiste ver mal

-No lo creo, estoy casi seguro de lo que ví.

-Por favor… ¿Sam y Blaine?

-¿Realmente te extrañaría?- preguntó el chico.

Él entre más lo pensaba, más seguro estaba que la relación “Blam” (como la llamaba Sam) podía dar paso a eso.

Rachel pareció analizarlo está vez.
-Sí, es verdad que tienen una relación extrañamente cercana, pero de ahí a que algo esté pasando entre ellos, no lo sé, no me parece que tenga sentido.

Kurt lució un poco aliviado tras escuchar eso.
-Tienes razón, siempre hacen cosas completamente fuera de lugar. Estar prácticamente pegados sin besarse es algo que bien podría hacer ese par.

-Definitivamente... Recuerdas en Nueva York como Sam entraba como si nada al baño mientras Blaine se duchaba, eso era raro.

-O esa forma espeluznante que tenían de alimentarse en la boca para probar los platillos del otro, todo el tiempo.

-Oh sí- coincidió Rachel, encontraba eso más tierno que espeluznante pero aún así era extraño que lo hicieran dos hombres, sobre todo si uno era heterosexual - recuerdo cómo te molestaba eso -añadió.

-No tanto como cuando me desperté un día y encontré a Sam en nuestra cama completamente abrazado a Blaine porque había tenido una pesadilla.

-Dios no recordaba eso – dijo Rachel soltando una fuerte carcajada, y rememorando como Kurt había pasado por todos los colores mientras les gritaba por más de una hora a los dos amigos, reclamándoles por su extraño comportamiento, por no respetar su privacidad y por no reconocer los límites personales.

-¡No fue gracioso!

-Para ti – dijo Rachel, a ella le había parecido muy  bizarro al principio pero después de ver cómo Sam y Blaine recibían el regaño con cara de cachorros confundidos, entendió que ellos no veían el problema y no comprendían porque tanto alboroto. -¿Sabes? Siempre me pregunte cuántas veces habían dormido abrazados así para que eso les resultara de lo más normal.

-No eres de ayuda.

-Sí lo soy, porque ahora te das cuenta de que no hay de que preocuparse, ellos simplemente son así.

-O realmente de lo que me doy cuenta es que tenía que haberme preocupado mucho antes.

-No lo crees en verdad.

-Por supuesto que sí, esas no son cosas que alguien haga con un amigo. Mira, -explicó Kurt con calma- la primera vez que Blaine y yo rompimos, él y Sam se hicieron inseparables y yo ni siquiera lo sabía, hasta que llegó con él a Nueva York ¿qué tal si está separación lo termino de arrojar a sus brazos?

-Sé que te preocupa haber perdido a Blaine para siempre -comentó Rachel con simpatía- pero creo que estás completamente equivocado en esto. Sam es hetero, no hay porque pensar lo contrario.

-Yo pensé que era gay cuando lo conocí.

-Pero después, demostró (y mucho, ya sabes) que le gustan las chicas.

Kurt no parecía tranquilo con eso.
-Santana durmió con muchos chicos antes de Brittany, incluso cuando empezaba a sentir algo por ella.

Rachel pareció quedarse sin argumentos y por primera vez considerar que algo pasaba entre ellos.
-¿De verdad crees que sea posible? – le preguntó.

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