La mañana siguiente

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-Hola – saludo Blaine tímidamente saliendo de su habitación, el cabello revuelto, la pijama arrugada y su rostro cansado era una obvia señal de la noche tan alterada que había tenido.

Sam, que se encontraba en la barra de la cocina desayunando, sonrió al verlo.

-Buen día – dijo alegremente - ¿Cereal?- preguntó señalando su propio plato casi vació.

Blaine negó con la cabeza

-Café – pidió. Sam asintió y enseguida se levanto para servirle un poco, mientras el otro chico tomaba asiento.

-¿Te tomaste las pastillas que deje en tu mesa de noche? – le preguntó.

-Si, gracias por eso.

Cuando Blaine había despertado en medio de la madrugada para ir al baño, se había encontrado con una bebida hidratante y un par de analgésicos. Sabía que haberlos tomado era lo único que le permitía no estar sufriendo las secuelas de la resaca en ese momento.

-Me imaginé que las ocuparías – añadió Sam pasándole la taza y sentándose frente a él para terminar su cereal- Sentí que tomaste mucho anoche.

-Lo sé, lo siento.

-No es reclamo, sólo me sorprendió un poco. No sueles beber con tanta rapidez.

-Estaba un poco nervioso, creo. Siento que se me acumularon emociones y no supe lidiar con todo.

-Lo entiendo – aseguró Sam levantándose a lavar su plato- no debe ser fácil que tu ex diga que te quiere recuperar.

-Si claro… pero bueno… eso casi no fue nada en comparación – murmuró Blaine en respuesta mientras observaba la perfecta espalda de Sam.

-¿Comparación con qué?

-¿Comparación con qué? - repitió incrédulo. - ¡Me besaste!

-¿Y? – preguntó Sam volteando sin entender - Eres mi novio.

-Tú y yo no nos besamos -le recordó Blaine. Sam se encogió de hombros.

-Deberíamos cambiar eso.

-¿Qué?

-En realidad, nunca he entendido las limitaciones en nuestra relación – respondió Sam saliendo de la cocina.
Blaine giro en su banco para continuar viéndolo.

-Sam ¿sabes lo que eso realmente significa?

-Claro que sí, las limitaciones son las cosas que has prohibido en nuestro noviazgo – respondió entrando al baño (a lavarse los dientes supuso Blaine ya que dejó la puerta abierta) - Y que si me preguntas nos impiden avanzar. – dijo alzando un poco la voz para ser escuchado con claridad.

-No me refería exactamente a eso, aunque es una muy buena definición de limitación – admitió Blaine aún desde la barra.

-Gracias

-Lo que quiero decir es que si sabes lo que significaría que quitáramos esos límites – insistió acercándose a la puerta del baño.

-Que seríamos una pareja más normal – respondió Sam viéndolo desde el espejo.
Blaine respiró profundamente.

-Pero tú y yo no somos una pareja normal Sam.

-¿A qué te refieres? – preguntó Sam acercándose a Blaine

-No eres gay

-Oh por Dios Blaine, ¿hemos hablado de esto demasiadas veces, cuál es tu problema con esas etiquetas?

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