Planes a futuro

Noche improvisada

¡Hola!
Estoy de regreso con este breve capítulo para festejar el inicio de mi receso escolar, espero lo disfruten.
Saludos a todos y todas, mil gracias por la espera.

Cuando Blaine abrió los ojos, a la mañana siguiente, la habitación completa giró a un ritmo peligroso y no se detuvo ni siquiera cuando apretó nuevamente los ojos con fuerza, por lo de tuvo que aferrarse a las sábanas con firmeza.

Algo en su no tan sutil movimiento hizo reír a Sam a su espalda. Blaine sintió su cuerpo sacudirse al compás de la risa de su novio, quien al parecer lo sostenía en una cálida cucharita.

-¿Qué es tan divertido? – preguntó sin fuerza.

-Tú – respondió Sam con sinceridad, apretando aún más su abrazo. -¿Qué sucedió? ¿Pensaste que estábamos de nuevo en mi cama y te caerías?

-No – admitió Blaine – me sentí mareado.

-Debí suponer algo así… Creo que exageraste con el alcohol anoche.

-Sí, lo hice.

-Tengo curiosidad -comentó Sam de pronto, parecía divertido -¿de dónde conseguiste más alcohol cuando empecé a darte agua para beber?

-Artie – respondió Blaine solamente, cada palabra salía con extrema dificultad.

-Tenía que haberlo sospechado – reconoció el rubio, Artie tendía a ser un borracho generoso. -¿Por qué seguiste tomando? – preguntó nuevamente.

-Por idiota.

-Aprecio la honestidad – dijo Sam riendo.

-¿Por qué me dejaste tomar tanto? – reprochó Blaine girando lentamente para quedar cara a cara con Sam aunque manteniendo bastante distancia (imaginaba que apestaba a alcohol).

Sam se encogió de hombros despreocupadamente.
-Parecía que te divertías.

-Supongo que lo hacía.

-Además el Blaine ebrio es más cariñoso y eso me gusta, aunque posiblemente hayamos traumado un poco a Kitty – reconoció.

-¡Oh Dios! – se quejó Blaine cubriéndose el rostro con ambas manos recordando la posición comprometedora en que la porrista los había encontrado cerca del baño, arruinando completamente el momento.

-No te preocupes tanto, es una chica ruda, lo superará.

-¿Por qué me tenías que recordar eso? Estaba prácticamente sobre ti como un desesperado cuando nos vio. Nunca pensé que Kitty se pudiera avergonzar.

Sam se encogió de hombros desinteresado.
-Recuerdo que yo la estaba pasando genial.

La cara de Blaine se contrajo en una mueca de incomodidad.

-Tenemos veinte -explico Sam restándole importancia - la gente espera que estemos uno encima del otro todo el tiempo, al menos era Kitty y no uno de los chicos más jóvenes.

-Gracias a Dios se fueron temprano – respondió Blaine resignado.

Sam asintió.
-¿En realidad que tanto recuerdas de anoche? – preguntó con curiosidad.

-Lamentablemente todo – respondió Blaine cohibidamente.

-¿Todo? También lo que pasó entre tú y yo y como acabamos en esta cama juntos en ropa interior.

-Buen intento, pero recuerdo que hablamos y dormimos juntos, SOLAMENTE DORMIMOS.

-¿Recuerdas lo que hablamos?

-Cada palabra - admitió- y preferiría no hacerlo.

-¿Por qué? Fue una buena plática… aunque hablaste mucho de senos.