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La señora Lee llegó al colegio con paso apresurado, entrando a la enfermería con la frente perlada de sudor por correr.

Mark alzó las cejas ante el parecido de Haechan con el de su madre, tenían los mismos rasgos, sólo que la mujer tenía el rostro más redondo y los ojos más pequeños.

—¡Haechan!

Mark se alejó de Hyuck pata que la madre lo abrazara, y se sintió un poco vacío al ver al chico abrazando a otra persona.

Vió a su madre hablarle en señas, sus manos acompañando su voz, pero no pudo escucharla.

Vió a Haechan contestar, viendo sus deditos moverse y luciendo extremadamente adorables.

Luego de hablar un momento, vió a Haechan señalar hacia él, con una leve sonrisa.

La señora Lee se volteó hacia él, con una sonrisa amplia.

—Muchas gracias por cuidar de mi HaeHae, Mark Lee— la mujer hizo una reverencia.

—N-no hay de qué...

La mujer sonrió una vez más, se volteó un poco para poder ver a los dos chicos.

—Iré a firmar para poder llevarte a casa, HaeHae, ya vuelvo— habló moviendo las manos.

Ambos asintieron, la mujer se fue.

Mark supuso que debía ser más que sólo una persona que sabía el lenguaje de señas, que era una intérprete, o enseñaba señas, por la costumbre de hablar con las manos a pesar de que Haechan podía escuchar perfectamente.

También supuso que de ella, Haechan había sacado lo de hablar todo el tiempo con las manos.

Los ojos de Hyuck fueron a los de Mark, el mayor sonrió, acercándose un poco a él.

—Todo está bien, ¿Sabes?— dijo, sintiéndose mal por los golpes en su rostro.

Haechan asintió un poco, y creyó por un momento que la mirada de Mark fue a sus labios, y él aprovechó a hacer lo mismo.

No supo porqué, pero simplemente ambos lo ignoraron.

Y la señora Lee regresó para llevarse a Haechan, aunque antes el chico hizo unas señas, para señalar finalmente a Mark de nuevo.

—Mark Lee— dijo la mujer—. HaeHae te está invitando a su cumpleaños.

—¿Cumpleaños?— repitió, pasando la mirada de la señora Lee a Haechan, quién tenía las mejillas ruborizadas.

—Hoy HaeHae cumple quince años— dijo la mujer.

Mute - MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora