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Para sorpresa de Mark, Haechan tomó su rostro, besándolo de forma brusca, colocándose lentamente cada vez más sobre él.

En mudo abrió sus labios, aún sin dejarlo ir, pidiendo que la lengua de Mark entrara, y así lo hizo, recorriendo la boca del otro, ahogando un jadeo con su baile.

Haechan tuvo que separarse de la misma forma que había iniciado aquel beso, respirando agitado, con el corazón muy acelerado y el rostro muy rojo, sintiendo cómo sus pantalones comenzaban a apretarle.

Se dio cuenta que estaba prácticamente sentado sobre Mark, y que podía sentir lo mismo en el otro.

No sabía por qué lo había hecho.

Avergonzado, negó de forma agitada, intentó retroceder, pero los brazos de Mark se enroscaron alrededor de su cintura.

— No paremos, por favor— pidió, con ojos suplicantes—. Sigamos... Al menos hasta donde puedas, Haechannie.

Haechan mordió su labio con nervios.

—Lo dejaremos cuando creas que sea demasiado, lo prometo— habló Mark con suavidad.

El chico lo miró con cierta inseguridad, pero asintió lentamente.

Sabía que tendría que hacerlo en algún momento, y que quizás era la hora de al menos intentarlo.

Sabía que Mark sería bueno con él, que podía confiar completamente, repetirse eso lo hizo perder un poco el miedo.

— Comencemos de a poco, juntos— dijo el rubio—. Yo te quitaré una prenda, y luego tú me quitas una a mí— Haechan asintió—, ¿Quieres empezar?

Haechan sintió su labio comenzar a doler de tanto morderlo, con manos temblorosas, se acercó a la remera de Mark, se complicó él mismo para intentar quitarla, así que el rubio terminó por hacerlo él.

Mark le dió una mirada de permiso antes de hacer lo mismo con la remera de Haechan.

Para ese punto, Haechan ya estaba como un tomate, sin poder dejar de mirar el torso de su novio, pero sintiéndose inapropiado por hacerlo.

Luego de unos segundos, acercó sus manitos a la cremallera de los jeans de Mark, quién también tuvo que ayudar para que pudiera bajarlos.

Sólo con bóxers, Mark bajó con suavidad los pantalones del chico mudo, dejándolos a un lado.

Con ambos en ropa interior, Haechan tenía la frente perlada en sudor por la vergüenza.

Mark acarició sus mejillas.

— ¿Vas bien? — le preguntó, mirando a sus ojitos.

Haechan respiró profundamente antes de asentir, y sonrió un poco, para alivio de Mark.

El mudo bajó la vista hacia la única prenda que le quedaba a Mark sintiendo los nervios a flor de piel.

— Espera— lo frenó el rubio, haciendo que Haechan lo mirara con sorpresa—. Antes de eso... Te despertaré un poco.

Mute - MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora