The Presentation [La presentación] ¬BrightWin

O4 | NONGS Y PHIS

O4 | NONGS Y PHIS

Bright había estado relajado con la idea de una nueva escuela y el resto de las vacaciones las pasó divirtiéndose con Win y sus hermanas, por lo que ya estaba arropado en su cama un día antes de entrar cuando su cerebro proceso la idea de que ingresaría al último año de ese nivel donde todos de seguro ya se conocían y que Bright por sí mismo no era bueno socializando. Todo eso se resumió en una noche en vela, cuando Wanchai fue a despertarlo ya se había bañado y no probó bocado en el desayuno. Estaba aterrorizado.

—P'Baii, te presentaré a mis amigos, son tres, ¿sabes? —susurraba Win en los asientos traseros del auto que Ole manejaba, Bright creía que no era necesario susurrar porque la mujer charlaba ruidosamente con Ice, quien iba en el asiento de copiloto. ¿Cómo todo el mundo tenía tanta energía en las mañanas?

—Me lo has dicho muchas veces ya —respondió también en susurros, no hacia daño complacer a Win de vez en cuando. Bueno, casi siempre.

—Es una lástima que no estemos en la misma clase, pero podemos jugar en el recesos y comer juntos el almuerzo.

Bright podría sobrevivir a una vida escolar incierta si Win le garantizaba eso, así que asintió seriamente con la cabeza. A decir verdad, las clases no fueron tan malas a excepción de cuando el profesor encargado de su curso lo obligó a presentarse frente a todos. Después de eso se sentó en silencio en una mesa con otras cuatro personas que amablemente lo despertaron antes de que el maestro descubriese que babeaba sobre las hojas de papel en las que se suponía debía resolver las divisiones del tablero. Al darse cuenta que no lo acusaban, pero que sí mantenían sonrisas burlescas en sus rostros, Bright concluyó que eran reacciones normales en niños y niñas decentes por lo que dejó de molestarle tener que pasar meses sentado junto a extraños, porque estos extraños eran normales y su nerviosismo y miedo se redujeron bastante.

Cuando llegó la hora del receso y salió del salón fue una sorpresa grande toparse con las mejillas rojas de Win. Bright llegó a una conclusión sencilla después de unos segundos: Win era popular. Fue simple darse cuenta, y un tanto sorprendente notar que parecía ser ajeno a ello. El primer indicio fue ver cómo, cuando su nong lo arrastraba por todo el edificio hacia el patio central, una gran cantidad de estudiantes le gritaron saludos. Metawin les respondía sin ni siquiera mirar, no parecía consiente de que muchas personas sabían quién era y quedaban tontadas cuando recibían una respuesta. Bastaba con echar una ojeada a cómo, de una manera u otra, la mirada de todos se desviaba mínimo una vez hacia ellos. Incluso los docentes parecían estar pendientes de la sonrisa de Win.

Cuando su nong lo sentó en el suelo, junto a un árbol y en medio de otros tres niños, él ya había comparado esta situación con la que se topaban cada vez que iban al centro comercial y las personas de las tiendas se quedaban viendo a Win. No era el tipo de popularidad tan deseada por las protagonistas de las series de televisión que veía Mintra, era más un estado permanente de ternura y adorabilidad que rodeaba al niño y del que era imposible zafarse sin antes contemplarlo por unos segundos. Además, cuando estaba con sus amigos el cuadro aumentaba su lindura.