35 | CHATS

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El tic tac del reloj de la pared era cómo un martilleo incesante en la parte posterior de la cabeza, podía sentir perfectamente como una gota de sudor bajaba por el costado de su frente y el teléfono móvil quedó olvidado en alguna parte de su habitación cuando Win salió corriendo en dirección al cuarto de Bright. Le dolía mucho el pecho, era un tipo de dolor que nunca había experimentado antes y venía acompañado de mareo y desorientación, casi se cae varias veces durante el camino. Ahora mismo se hallaba frente a la puerta, dándose ánimos para tocar y lanzando miradas fulminantes al pájaro cucú del reloj que su padre pensó que era la decoración perfecta para el pasillo. Todas sus cavilaciones se vieron reducidas a cenizas cuando después de cinco minutos de toques incesantes nadie abrió la puerta. El nudo en su garganta se apretó más.

—Oi, oi, vamos, si la puerta está abierta no es allanamiento —susurró, girando el pomo lentamente, cuando este cedió Win se introdujo en la habitación.

Tantos días sin sentir el olor del alfa de seguro que lo habían afectado, porque entrar en ese espacio lleno de su delicioso olor a café recién hecho dejó a Win fuera de combate. Le temblaron las piernas y cómo pudo se arrastró a la cama, enrollándose en las sábanas cubiertas de su esencia y olfateándola de forma más profunda que sus fosas nasales le permitieron, enterró la cabeza en la almohada y no la levantó hasta cuando casi se ahoga por falta de aire.

Lo necesitaba tanto, lo deseaba, lo amaba.

Alcanzó a distinguir vestigios de feromonas de excitación y se preocupó por unos segundos antes de notar que absolutamente todas eran de Bright y fue consciente como nunca antes de que era en ese espacio, en esa cama, donde el mayor debía pasar sus celos. Celos que, si eran cómo los de Win, estaban plagados de fantasías entre ambos. Oh, el esperaba que si fuese así.

Su mente se elevaba lentamente en una nube pervertida que no necesitaba en ese momento, estaba desviándose del plan... necesitaba volver a la realidad, una en la que esa habitación estaba vacía porque Bright aún no estaba en casa y Win tenía ganas de llorar. Sabía que debía existir una explicación lógica para esas fotos, porque P'Bright le prometió antes que su relación con Milli era meramente amistosa y también le dijo como chisme que entre ella y Fern parecía haber algo; nada tenía sentido.

Con paso apesadumbrado se encaminó hacia la puerta, sabiendo que tenía que salir lo antes posible. De seguro que había dejado feromonas en la cama y no quería hacer notar aún más su presencia. No obstante algo llamó su atención, no solo por la ausencia de la vista a la que estaba acostumbrado sino por los garabatos que eran letras que había en su lugar.

¿Esta no es la letra de P'Baii?

Se aproximó a lo que parecía una lista o un calendario, o tal vez una curiosa combinación entre ambos. Era muy obvio que es era la caligrafía graciosa de Bright, que iba mejorando con cada frase. Tal vez era una señal de que había estado creciendo mientras escribía y Win se hubiese burlado si el texto no hubiese sido tan importante y llamativo.

The Presentation [La presentación] ¬BrightWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora