O9 | ALFAS

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Lo primero que Bright notó cuando cumplió catorce años fue que su pastel no tenía crema de yogurt, pero el budín sí era de yogurt. Los Opas-iamkajorn tenían la tradición de despertar a quien cumpliese años justo a las tres de la mañana y llevarle su pastel favorito, luego de soplar las velas se volvían a dormir porque nadie estaba dispuesto a estar activo de madrugada. Después de dicho ritual y de agradecer las buenas intenciones de toda la familia —incluyendo a P'Edd—, intentó volver a dormir; no obstante Metawin no quiso irse, tampoco lo dejó dormitar y terminaron recostados frente afrente mirándose a los ojos entre la oscuridad.

—Entonces, ¿qué tal First?

—Siempre preguntas por First.

—¿No te ha dicho nada raro? ¿Todo sigue normal?

—Siempre te digo que no, ¿quieres dejar el tema?

—Es solo para estar seguro.

—¿De qué?

—De... nada, es precaución.

Esa corta conversación se había vuelto común desde hace un tiempo, Bright realmente no pensaba olvidarlo. Sin embargo, momentáneamente había un asunto que llamaba más su atención: la presentación.

Justo el primer día de clases en M-3 les habían dado una charla extensa y bastante gráfica sobre esta importante etapa y los servicios que la escuela dejaba a disposición de los estudiantes. Bright no iba a admitir que prestó atención, pero lo hizo. Alfa, beta, omega, podría ser cualquiera de las tres. Hasta ahora no había mostrado inclinarse a ninguna casta, a diferencia de algunos de sus compañeros y compañeras de curso que estaban casi seguros de qué serían. Él era uno de los "suertudos" al tener hermanas mayores y estar familiarizado con las presentaciones, si le preguntasen diría que su deseo era ser beta, porque P'Mesa parecía no tener tantos problemas con el celo como tenía P'Ming, aunque en realidad pensaba que ninguna estaba mal, no era eso lo que le preocupaba, no.

Sus temores eran dos, el primero y más importante estaba relacionado con la familia. Se suponía que, al no tener una unión biológica de nacimiento con sus padres y hermanos debería desarrollarla apenas su lobo hubiese despertado, y si había algo que Bright quería con todo su corazón era que ese animalito que aún permanecía dormido en su interior aceptase las esencia y los lobos de los Opas-iamkajorn como su familia real.

Su segundo miedo era más una fobia patológica: presentarse en la escuela. Con la experiencia de Mintra le bastaba para decir que tenía pánico, pero se calmaba a sí mismo diciendo que eso era porque su phi había tenido un retraso. Lastimosamente sus esperanzas de culpar al retraso temporal se vinieron abajo cuando un día, casi una semana después de la noche de karaoke por el cumpleaños de Milli, su mejor amiga se volvió loca en clase. Les habían asignado un trabajo de matemáticas en parejas y como buena dupla alborotadora era tanto el ruido que hacían que la profesora no vio otra solución que separarlos, puso a Bright con una chica gótica, Fern, y a Milli con un chico que se había presentado como omega a principios de curso. La clase estaba tranquila cuando de repente ocurrió:

The Presentation [La presentación] ¬BrightWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora