37 | TODO DE MI

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37 | TODO DE MI

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37 | TODO DE MI


El joven Vachirawit Chiva-aree era sereno, por supuesto. Mientras menos emociones mostraba, mientras más estoica y calmada se viese su aura y mientras más sensatos fuesen sus pensamientos, mejor. Era un poco asocial, no sabía como interactuar con personas desconocidas y definitivamente había aprendido a no salir de su zona de confort. Tal vez era por eso que no sabía como reaccionar exactamente a la situación actual.

No era para menos, ese día estuvo escondiéndose de Milli desde que despertó, y luego de horas y horas se vio obligado a salir porque necesitaba comer algo o su estomago empezaría a gritar. No obstante no basto con los insultos, chantajes, o tratos que vinieron de parte de su mejor amiga, no tenía deseos de regresar a casa. Ver la pila de regalos que compró y recordar la canción que grabó lo llenaban de vergüenza, sentía que todo estaba fuera de lugar, que era atrevido y desubicado. No quería enfrentarse a Win, a su hermosa carita cuando le entregara los regalos... era un cobarde.

Fern, que se había ido temprano en la mañana, regresó en la noche para llevarse todos los regalos y dejarlos en la mansión Opas-iamkajorn donde la recibió P'Eed, quien le dijo que Metawin y sus amigos estaban en su pijamada y que probablemente no saldrían de ese cuarto hasta al día siguiente. Fern aprovechó para convencer a Bright de que si se iba en ese instante no se encontraría con Win y lo terminó echando a patadas, literalmente.

Cuando llegó entró de la forma más sigilosa posible y había tenido éxito en su misión de no encontrarse con Win, ni con nadie. Al menos hasta que se le ocurrió salir a buscar comida en la cocina y de regreso a su habitación se topó con un conejito loco atacando un pobre armario.

La visión de Metawin borracho confundiéndolo con una sombra-hada-madrina fue algo que no imaginó ni en sus mas locos sueños. Mucho menos la sarta de confesiones que soltaba en ese estado, definitivamente no tenía filtro.

—¡No lo puedo creer! ¡Esa hada madrina es fantástica, que generosa! ¡Cumplió mi deseo perfectamente! ¡Lástima que mi amiga sombra no este aquí para contarle! ¡En serio eres tú, P'Baii! —era lo que decía, abrazado a su torso y restregando el rostro en su estómago, como un gato o algo parecido—. ¿Ya escuchaste las noticias? ¡Resulta que te amo! ¡¿A que no es genial que te ame?! ¡Ji, ji, ji! ¿Tu también me amas, verdad? ¡Nos amamos! ¡Te amo y me amas!

—Khrap... —era todo muy raro, Bright aún no se lo creía, incluso sentía que quería llorar de la emoción.

—Como P'Baii me ama, P'Baii debería marcarme inmediatamente, ya sabes. Mae tiene una marca de khun pop y ellos hicieron eso porque se aman y si nosotros nos amamos deberías aprovechar que somos alfa y omega para marcarme... yo te dejaría marcarme en cualquier momento~, solo si eres tú, P'Baii —el tono chispeante de Win pasó a ser un poco más suave y meloso, del tipo sugerente. Dejo de frotar su rostro conta la camiseta de Bright y levantó la mirada hacia arriba. En esa posición estaba medio arrodillado y su barbilla descansaba justo sobre el ombligo del mayor, que tragó saliva al ver las sonrisita tonta de Win y las feromonas que empezó a soltar.

The Presentation [La presentación] ¬BrightWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora