CAPITULO 3

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-Lo siento señor Park tendrá que estar en reposo por dos semanas por el esguince en la rotula de su rodilla, tendremos que inmovilizársela con una férula y si quiere ver unos resultados mas rápidos le recomiendo guardar reposo y intentar usar una muleta en caso de querer movilizarse- Tiene que ser una maldita broma.

-Esta bien, muchas gracias doctor-Intente entregarle mi mejor sonrisa que podía dar en este momento.

-No ahi de que, con su permiso-Dijo para luego salir por la puerta.

-Mierda, mierda, mierda-No puedo perderme la audición, no esa audición, la eh estado esperando por meses y por culpa de ese imbécil voy a perdérmela, no creo que sea para tanto solo descansare hoy y mañana ya estaré bien.

Con la ayuda de la enfermera llegue hasta el auto que el señor Jeon había mandado a recogerme, cuando Susi me encontró en mi habitación intentando ponerme de pie rápidamente llamo al señor Jeon, no me dejo detenerla y me trajeron al hospital, obviamente el quiso hablar conmigo para saber que había pasado, le conté lo de la discusión pero evite contar el hecho de que su hijo quiso matarme, no digamos que somos muy cercanos pero cada vez que necesito ayuda el siempre me la da y no quiero que le vaya a dar algo al enterarse que su hijo aparte de ser un bueno para nada tiene indicios de asesino.

Cuando volví a casa me ayudaron a llegar a mi habitación y Susi puso mi pierna en alto y me dio el analgésico, no podía mentir el maldito dolor me esta matando, siento como mi rodilla palpita, juro que me las va a pagar no voy dejar que se salga con la suya, no voy a permitir que se quede tranquilo si yo no estoy bien para bailar para mi audición, estoy cansado de que por sus malditas estupideces las demás personas deban pagar. Esto de no poder moverme esta volviéndome loco no creo poder pasar dos semanas así, lo único que puedo hacer desde aquí son trabajos de la universidad, ver el teléfono y leer. Ya estaba apunto de dormirme cuando siento mi teléfono sonar, lo tome para saber de quien se trataba, era Sana.

-Hola..¿Jimin?-Pude escuchar al otro lado, se oía tímida

-Hola Sana, ¿Cómo sigue tu pie?-Intente sonar lo mas animado posible, pude escuchar un suspiro de su parte.

-Muy bien, ya no me duele solo fue una torcedura-No podía verla pero con lo poco que la conocí se que esta sonriendo, creo que es muy risueña.

-Me alegro, ¿Por qué aun no duermes? es tarde-Pude escuchar una risita del otro lado

-Es que si te soy sincera estoy hace una hora pensando en si llamarte o no...-Su tono de voz bajo un poco y una risa salió de mis labios

-En verdad, pero si podías llamar en cualquier momento a parte de eso me hace bien hablar con alguien para distraerme de este aburrimiento-Dije mientras jugaba con el borde de mi sabana, pude oír como habría un paquete de algo

-¿Estas bien? Tu voz se oye como cansada-Uso un tono de voz dulce y se le podía escuchar masticar algo

-Pues adivina quien tiene la pierna mala ahora...-Tenia que tomármelo con un poco de humor si no quería perder la cabeza

-¿Espera que fue lo que te paso, estas herido?-Hablo mas rápido de lo que lo había hecho hasta ahora.

-No tranquila estoy bien, solo tengo un esguince en la rotula y tendré que tenerla inmóvil un tiempo-Era una linda chica a pesar de avernos conocido la noche anterior y de una manera extraña siento que se preocupa por mi.

-Ahi no, no podrás bailar, ¿te paso mientras ensayabas? -Casi olvido que habíamos hablado de nuestros gustos mientras íbamos camino a su casa esta mañana

-Si, solo di un giro mal y me caí-Le dije intentando no recordar la verdadera razón, por que me llenaría de ira otra vez.

-Entonces no podre invitarte a tomar un café mañana...-Se escucho su voz de disolución en la otra línea-Espera tengo una idea-Su voz volvió a sonar alegre

Atado a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora