-¿Por qué te pusiste así de repente? -Salí del agua para acercarme a él.
-Como me llamaste... siento que alguien ya me había llamado así antes, hizo que me diera un escalofrío, no sé... -Su piel se había tornado pálida, tenía una expresión perdida.
-Debes ser tu imaginación, tal vez por lo extraño que te pareció que te llamara así, todo está bien, ven aquí. -Estiré mi mano y la tomó enseguida, lo acerqué a mí para rodearlo con mis brazos. Sentí su respiración en mi cuello. No sé en qué momento se me había hecho habitual abrazarlo.
-Debió de ser eso -Dijo mientras daba un profundo suspiro. El hecho de que los dos estuviéramos sin camiseta hacía que mi piel fría entrara en contacto con su calidez.
-Si eso debe ser, ya quita esa cara de corderito asustado- Él levantó su rostro y me miró enfadado. Me di cuenta de que cuando se enoja, hace puchero inconscientemente. -Vamos al agua de una vez, o ¿acaso no te atreves? Porque según tú, está muy fría. Si es así, puedo ayudarte un poco-. Sin previo aviso, lo tomé en mis brazos, lo que hizo que se asustara.
-Jungkook, ¿qué haces? ¡Bájame! -Se retorcía, pero no era más fuerte que yo.
-Creo que eso no va a ser posible, señor.- Empecé a adentrarme en el agua y él solo reía. Me aseguré de que estuviéramos en una profundidad razonable y lo solté.
- De verdad que no te soporto.- Me salpicó apenas salió a la superficie.
-Pues mira que yo tampoco.- Hice lo mismo y, bueno, ahí comenzó una guerra de agua y hundidas en la cual alguno de los dos podría haber terminado ahogado, pero las risas no faltaron. Muy pocas veces me he reído como lo he hecho hoy.
Estuvimos en la playa hasta que el sol empezó a esconderse. Volvimos a la casa y cada uno fue a darse una ducha. Quedamos en reunirnos para salir a cenar; vamos a intentar evitar a los periodistas. De ninguna manera nos vamos a quedar aquí encerrados por esos idiotas. Nos demoramos más o menos una hora en terminar y nos reunimos en la sala.
-Vamos entonces -Me dijo cuando cruzamos miradas, apenas entré en la habitación.
-Si, ya tenemos que irnos si no queremos perder la reserva - Sonreí para que luego saliéramos en camino al restaurante. Cuando salimos, obviamente había periodistas, pero mi auto tiene vidrios polarizados y casi no les di tiempo para sacar fotos o acercarse a nosotros, tampoco para seguirnos. Cuando llegamos al restaurante, pedimos un cubículo privado para evitar estar rodeados de personas. Cenamos, reímos, pero creo que el final de esta noche no salió tan bien como esperaba.
-Eres un idiota, de verdad.- Cerró la puerta de un portazo cuando entramos a la casa.- No sé en qué momento pensé que venir aquí contigo sería una buena idea.
-Mira, Jimin, el que sacó el tema fuiste tú. ¡Deja de hacerte la víctima de una vez! -Mi tono de voz se elevó involuntariamente.
-Yo sabía que esto era una de tus malditas bromas para hacerme quedar en ridículo. ¡Acaso no te cansas de joderme la maldita vida! -Se le entrecortó la voz, aunque la había elevado.
-Sabes que fue un accidente, fue por el enojo.- Cuando me adentré en la sala, ni siquiera estaba cerca de él, pero aun así se alejó de inmediato.
-¿Provocarme un maldito ataque de pánico te parece un accidente? ¿Meterte con mi punto débil te parece un accidente? ¡Dímelo! - Su voz era alta, pero aun así le costaba hablar. - En verdad, no sé por qué pensé que intentar arreglar las cosas contigo podría ser una buena idea; en verdad, no lo sé. - Su mirada era fría, aunque sus ojos se cristalizaron, no demostraba nada.
-¿¡Pero tú sí puedes meterte con el mío!?- Esto no ayudaba a calmar las cosas, pero no podía pensar en ese momento.
-¡Maldita sea, Jungkook! Solo quería saber más de ti para intentar comprenderte.- Le faltaba el aire, pero aun así no bajaba el tono de voz ni quitaba su mirada de odio.- Nunca pensé que jugarías tan sucio. Sabes que odio los sonidos explosivos; me has jodido toda la vida con eso y, en verdad, pensé que ahora que estamos intentando convivir y has visto lo que me pasa, no harías algo así. Pero, como siempre, soy tan imbécil que pensé que las personas hechas mierda y podridas por dentro como tú podían cambiar. - Dejo de gritar, pero su tono seguía siendo firme.
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Atado a ti
FanfictionCrecer juntos y no llevarse bien es común entre hermanastros. Jeon Jungkook un chico de 21 años, egocéntrico, rebelde y no muy querido por la alta sociedad, conocido por ser problemático y la rivalidad con su hermano no es algo que esconda, se encar...
