Atado a ti

CAPITULO 11

Todo lo que pasó ayer lo recordaré toda mi vida. El hecho de haber estado al borde de perder a Jimin hizo que dejara mis miedos de lado y solo siguiera mi corazón.Cuando lo vi tan herido, me dieron ganas de morir porque estaba así por mi culpa, y eso me dolió en el alma. Cuando lo escuché decir 'Te odio', mi corazón se partió en dos. Ya lo había escuchado de su boca antes, pero esta vez era diferente porque mi corazón sabía que lo amaba. Al escuchar esa palabra salir de sus labios, mi corazón sangró, porque sonaba con tanto enojo y dolor que lo creí. En verdad, creí que había hecho que el amor de mi vida me odiara tan profundamente. Cuando lo vi irse en ese auto, sabiendo que probablemente no lo volvería a ver, me di cuenta de que no podía, no podía perderlo, porque cuando empezó a alejarse, el corazón me dolió. Sentí una atracción, algo tiró de mí y me hizo reaccionar. Hizo que subiera a mi auto y lo siguiera, porque no importa si me odiaba; yo haría que se enterara de lo mucho que lo amo y le pediría perdón por todo lo que le hice. Me gustaría que, antes de tener que sufrir el dolor de perderlo, supiera lo que nunca quise decir.

Lo que no me esperaba es que él sintiera lo mismo. Cuando escuché salir esas palabras de sus labios, mi corazón unió todos sus pedazos y se llenó de calidez. Cada palabra que dijo ese pequeño la guardé en mi mente y en mi corazón. Agradezco haber cambiado de discoteca el día de ayer, agradezco haberme chocado con él, porque si eso no hubiera pasado, nada de lo que ocurrió después habría sucedido. 

Cuando besé sus labios, mierda, fue la mejor sensación que he sentido en toda mi vida. No fue como nunca antes; fue especial, explosivo. Sus suaves labios sobre los míos son algo que nunca voy a olvidar, porque esos labios son los que encajan; esos labios son los de la persona que amo hasta que duela. Son los de mi pequeño. El poder saborear esos labios ahora es lo que me da aliento. Ayer no pensaba que mi mañana sería diferente a las demás, pero definitivamente lo fue porque tengo a mi niño en los brazos, dormido. Es totalmente como lo recordaba: reconfortante, cálido, seguro. Pero ahora es mejor porque ambos sabemos del amor que sentimos el uno por el otro, y se siente mucho mejor. Cuando pasaba mis manos por su suave cabello, no pude evitar que una lágrima cayera por mi mejilla. Pero era una lágrima de felicidad porque, al fin, había encontrado mi luz; había encontrado a la persona que he estado esperando toda mi vida, y eso hizo que quisiera llorar, pero no lo hice porque se lo prometí. 

Después de un rato, empezó a moverse y lentamente a abrir los ojos. Se los refregó mientras hacía un puchero; es de verdad un bebé. Levantó la vista y me regaló una de sus hermosas sonrisas.

-Hola -me dijo con una voz suave. Dios, no sé cómo no me di cuenta antes de lo enamorado que estoy.

-Hola, pequeño. ¿Cómo dormiste? -Su carita se puso rosada y bajó la mirada. -¿Qué pasa?

-Es solo que... me encanta que estés aquí, eso es todo.- No pude evitar sonreír de oreja a oreja; es que, ¿cómo puede ser tan lindo?

-A mí me encanta estar aquí contigo, no sabes cuánto extrañaba despertar a tu lado.- Lo acurruqué más en mis brazos y él dejó un pequeño beso en mi pecho.

-¿Entonces oficialmente eres mi novio? -Me dice, volviéndome a mirar a los ojos.

- Por supuesto, y por eso oficialmente eres todo mío. -Le di un pequeño toque en la nariz con mi dedo y él sujetó mi mano.

- ¿Así que soy todo tuyo?... Interesante. -Yo sonreí y luego puse mis labios sobre los suyos; nunca voy a cansarme de esta sensación.

-Te amo demasiado -Le dije cuando nos separamos del beso.

-Yo también y quiero quedarme así toda la vida -Se acurrucó y dio un largo suspiro.

-Te prometo que desde ahora te daré los mejores momentos de tu vida. Desde ahora voy a hacerte eternamente feliz y me aseguraré de que no sufras nunca más. Voy a cuidarte toda la vida. -Le di un beso en la nuca y él levantó la mirada, tomándome con una mano el rostro.