CAPITULO 22

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Hace un mes que no veo a mi pequeño, sentí como los días pasaron volando y no pude hacer nada para evitarlo, por mas que quisiera hacerlo, no podía quedarme mas días por que seria sospechoso y por ahora quiero mantenerlo fuera de la mira, por que no quiero que venga nadie a hacerle daño o intentar arrebatarlo de mi lado. Solo quiero vivir en paz un tiempo, aunque se que no podrá ser por siempre por que llegara un momento en que el secreto saldrá a la luz como la primera vez y eso no podre evitarlo. Pero lo que es ahora, no quiero que se entere nadie de que lo encontré, ni de que volvimos a estar juntos, no quiero que nadie sepa de su paradero. Estuvo mucho mejor esos días que pase a su lado por lo que me dijo su amigo, pero no quiero que lo dañen mas, por que puede que regresar conmigo lo allá ayudado un poco, pero el no esta fuera de la obscuridad. Por que salir de ahí no es fácil,  lo se por que aunque yo eh intentando aparentar que estoy fuera, aun me persigue, así que no puedo permitir que lo hagan recaer. Por que yo me asegurare que juntos sanemos cada una de nuestras heridas y olvidemos cada uno de nuestros traumas y así al fin, estemos completamente fuera de la obscuridad.


El fin de semana al fin viajare a verlo, aunque el no lo sepa aun, con la excusa de que tengo reuniones con los clientes. Nunca en mi vida eh sentido que el tiempo pase tan lento, siento que me eh pasado contando cada segundo que trascurre, pero para mi suerte solo faltan dos días. Los días que han pasado me los eh llevado del trabajo a casa, por que Rose no ah estado bien este ultimo tiempo, desde que llegamos de París, así que no me a quedado de otra que preocuparme por que mejore. Se supone que no la quiero ver ni en pintura, pero el me ah cambiado tanto que no puedo evitar sentirme mal y simplemente no podía dejarla así y sola, por que a pesar de enterarme de lo que hizo y hacerme odiarla otra vez, el cariño que había logrado ganarse de mi parte aun esta ahí en algún lugar. Mi vida se a vuelto una monotonía hace años, pero estos últimos días a sido mas que nunca, una vida que no quisiera vivir, solo quiero que pase rápido el tiempo para poder ir y esconder mi cara en su cuello y arrullarme con su dulce aroma que hace que toda la presión de mi pecho desaparezca, hace que pueda respirar y sentirme en calma.

Después de una larga Reunión en la empresa al fin voy camino a casa, cuando llegue me di una ducha para luego ir a comer algo. Cuando fui a la habitación a ver a Rose, estaba dormida, así que solo me recosté a su lado para llamar a Jimin, lo llamaba todos los días desde que nos separamos, tardo en contestarme el teléfono lo cual no era habitual y eso me preocupo.

-Ho-hola- Se escucho una voz agitada al otro lado del teléfono

-Hola pequeño, ¿todo bien, por que te escuchas así?-Me reincorpore un poco para quedar sentado en la cama con mi espalada pegada al respaldo

-Estoy bien solo me dio otra maldita crisis...-Su respiración era rápida y podía escuchar sus suspiros

-Otra vez, es la tercera esta semana Jimin-Se escucho un quejido-Jimin ¿Qué haces?-pero no hubo respuesta-¡Angelito contéstame!

-Aquí estoy...tranquilo-Solté un largo suspiro cuando volví a oír su voz, pero se escuchaba cansada y podía escuchar como lloraba en silencio

-¡Me importa una mierda, voy a tomar un avión ahora!-La desesperación que tenia ahora por no poder estar a su lado y pensar en que es la maldita tercera vez que le pasa. Solo me hiso ponerme de pie y dirigirme al armario

-Kookie escúchame no hagas locuras...estoy bien-Puedo asegurar que ahora mismo tiene esa sonrisa en la cara, esa que hace cuando quiere fingir que esta bien

-Angelito no me digas mentiras...sabes que no es cierto-Recobre la cordura y me detuve un momento

-¡Pero tengo que creerlo Jungkook, por que no puedo depender de tus brazos, de tus labios, cada vez que pase por una crisis. Por que tu no estas aquí!-Eso si dolió y en verdad que lo hizo-Kookie lo siento...no quise decir eso, es solo que...-Escuche el titubeo de su voz

Atado a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora