Potions Class || 「 draco malfoy x reader x fred weasley 」

𝟎𝟏 ; 𝐩𝐫𝐨𝐥𝐨𝐠𝐮𝐞

No es que fuera una persona que tuviera muchos amigos y disfrutaba de mis ratos a solas como nadie, pero si alguien me preguntaba por quién dejaría de lado la soledad la respuesta era inmediata:

Fred Weasley.

Lo cierto es que no sabría especificar desde qué momento ese nombre comenzó a resonar en mi cabeza, ya que creo tener el recuerdo de estar enamorada de él durante toda mi estancia en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería estos cuatro últimos años, pero sí podría escribir un ensayo entero acerca de todo lo que me gusta de él.

No solo era un chico tan atractivo físicamente que el mundo se vio con la obligación de crearle un gemelo idéntico con el mismo número de pecas en el rostro y el mismo tono de rojizo en el cabello, sino que tenía una personalidad tan única que nadie, ni su propio hermano igual que él, podría plagiarle.

Tal vez muchos no se dieran cuenta y no supieran diferenciarlos, pero mientras George era más sutil y diplomático, Fred era el líder, mucho más extrovertido, carismático y atrevido.

Podría seguir dando mil y una razones más de por qué es, en resumidas cuentas, el chico perfecto, pero lamentablemente podría dar el mismo número de razones por las cuales estoy segura de que nunca se fijaría en mí.

—No puede ser, ¿una hora y media de Historia de la Magia un lunes a primera hora? ¡Y después clase con Snape! Freya, ¿sigues en este mundo?

Fay chasqueó los dedos frente a mis ojos color oliva en busca de atención. Sobresaltada por su acto la miré con el ceño fruncido, molesta de que me hubiera sacado de la fantasía en la cual me había sumergido soñando despierta.

—Te estaba escuchando —me quejé.

No pareció sonar muy creíble pues la castaña inmediatamente se giró sobre su asiento para analizar todo el Gran Comedor hasta que pareció dar con lo que buscaba.

—Me lo imaginaba —dijo, volviéndose de nuevo hacia mí maliciosamente—. Fred Weasley. Deberías limpiarte el rastro de baba que tienes.

—Qué graciosa —contesté irónica, sutilmente pasando la manga de mi túnica por la comisura de mis labios por si aquello lo decía en serio—. Se ha cortado el pelo, ¿lo has visto? Antes de verano lo tenía mucho más largo.

—Solo tú te fijas en esas cosas —sugirió Fay, divertida—. Aunque, ahora que lo dices, es mejor avisarte. Sé que harías lo que fuera por él, pero por nada del mundo bebas o pruebes algo si te lo ofrece.

—¿Qué? ¿A qué te refieres?

—Espera, creo que aún debo tener el panfleto que me dieron anoche después del banquete de bienvenida —dijo, procediendo a rebuscar en sus bolsillos hasta que consiguió sacar un papel arrugado. Este mismo lo puso sobre la mesa, junto a su bol de cereales de desayuno, y se detuvo en plancharlo con la mano para seguidamente tendérmelo para que lo leyera—. También había un cartel en la común, pero esta mañana ya no estaba.

GALEONES DE GALEONES ¿Te falta un poco de dinero para salir? ¿Querrías ganar algo de dinero extra? Contacta con Fred y George Weasley, en la sala común de Gryffindor, para obtener un trabajo a media jornada (avisamos que todo el trabajo esta bajo el riesgo del aspirante)

—¿Qué se traen entre manos? —murmuré, devolviéndole el anuncio a mi mejor amiga. Aunque a esta no parecía hacerle falta de vuelta pues lo hizo una bola y lo dejó junto a su servilleta sucia.

—No lo sé, pero están vendiendo artículos de bromas así que será algo relacionado con eso. A lo mejor necesitan gente para preparar esas cosas o para darles ideas, ni idea.