Sofia intentó contener el aliento lo más que pudo, se aferró con fuerza a su vestido y a medida que daba aquellos inciertos y frustrantes pasos se juró por todo lo que tenía en ese mundo, que bajo ningún concepto, Kyojuro notaría que ella no quería casarse con él. Era uno de los hombres más deseados de Inglaterra, apuesto, rico, caballeroso, tenía buena fama hasta en la clase alta; pero ella era una mujer complicada y estúpida.
Al abordar el Titanic lo primero que vivió fue ser empujada levemente por su madre para que siguiera a Senjuro, quien se había ofrecido a llevarla con su prometido. Hasta el momento la cosa iba bien, el menor de los Rengoku no se percató de la falsa sonrisa en su boca, o de la tristeza inapagable en sus ojos, tampoco notó la lentitud con la que caminaba, porque en su cabeza, en su tonto mundo interior, mientras más retrasara lo inevitable mejor sería.
Después de diez minutos de viaje, al fin podía verlo en la distancia, al menos su espalda, la del hombre con el que tendría que compartir el resto de su vida. Sus pies le tamblaron y su semblante alegre tuvo que desvancerse, solo por un segundo, aprovechando que nadie observaba, agachó la mirada y se mordió el labio inferior. Debía hacerlo, no habían opciones.
—¡Kyojuro! —exclamó su hermano.
Y solo cuando el mencionado se giró para ver de qué se trataba, los dos recién llegados lograron divisar a una hermosa muchacha cerca de él, parecía que mantenían una conversación.
«Sonríe, Sofía» se dijo a sí misma mientras culminaba aquella pequeña travesía, ya estaban frente con frente, había llegado el día.
La jóven tragó en seco, notando la tensión del ambiente. Quiso decir algo pero no pudo. Solo debía atenerse a su papel: actuar como una de sus locas enamoradas o de las chicas que dieran todo por estar con él, sería fácil.
—¡Senjuro! —saludó de vuelta el enigmático hombre —¿Quién es la hermosa dama?
Inquirió y ella no fue capaz de responder, de verdad que quiso hacerlo, quiso saltar a sus brazos fingiendo que la apasionaban, pero justo cuando iba a tomar acción, su lengua se trabó, las palabras no salían y su cuerpo no le respondía.
—Kyojuro, es tu prometida —soltó con resignación el pequeño hermano, a la par que corría los ojos, parecía cansado de la actitud del mayor.
Y entonces, si ya no hubo escapatoria, Sofia tuvo que dar un paso al frente para sacar todo el coraje que estuvo reuniendo para ese momento.
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.Palabras del autor:
Quedó más largo que el anterior ;-;
Pero weno, espero que recuerden esta escena de la Violinista.
Es hora de olvidar a Kyojuro y Celeste para centrarnos en Tanjiro y Sofía.
Espero que les guste como el primero.
Lean comiendo palomitas ( ̄ω ̄)🍿
~Sora.
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ʟᴀ ᴘʀᴏᴍᴇᴛɪᴅᴀ ᴅᴇ ᴋʏᴏᴊᴜʀᴏ |•ᴛᴀɴᴊɪʀᴏ ᴋᴀᴍᴀᴅᴏ|• ✓
Fanfiction➢ "La historia como nunca te la han contado". Mas de mil doscientas personas arriban al RMS Titanic con el objetivo de llegar a Nueva York; de ellas sobreviven mucho menos de la mitad tras el naufragio ocurrido. Todos conocen la trágica historia del...