Capítulo 0

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Estoy en la sala de esperas, esperando que mis padres salgan del consultorio y me llamen a mí para entrar. Estoy cansada, no quiero hablar de lo que me pasó ni de lo que hice con una extraña.

Antes de salir de casa, les dije a mis padres que no quería venir, incluso me puse a llorar, pero fue inútil.

Escucho la puerta del consultorio abrirse y veo a mis padres salir y dirigirse a mí después de cerrar la puerta.

—Hazel, es tu turno de entrar y hablar— dice mamá arrodillándose para estar a mi altura y mi padre se sienta en el banco libre que está a mi lado.

—He ido a tres psicólogos diferentes y ninguno me ha ayudado, este no será la excepción— digo y me cruzo de brazos.

—Solo inténtalo una vez más, hija— pide papá.

Me levanto y sin ganas camino hacia el consultorio, entro y cierro la puerta. Hay una señora sentada en un pequeño sofá rojo, ella me está mirando fijamente.  Me doy cuenta que tiene un cuaderno en sus manos

—Hazel Smith, puedes sentarte— ella me señala uno de los sofás que están al frente de ella, donde supongo que se sentaron mis padres hace un rato. Tomo asiento y respiro hondo, preparándome para lo que venga.

—Tus padres me han contado lo que te pasó, y también lo intentaste hacer— yo decido no mirarla, así que mantengo mi mirada fija en el piso—. Quiero que me hables de ti, de tu familia, todo lo que tenga que ver contigo.

Ok... vamos Hazel, ¿Qué tan difícil puede ser?

—Mi nombre es Hazel, tengo 17 años. Vivo con mis padres y mis hermanas mayores, Chloe y Gemma. No tengo amigos por si pensabas preguntarme.

—¿Qué se siente ser la menor de dos hermanas?

—A veces es divertido, a veces no lo es.

—¿Tienes una buena relación con ellas?

—No muy buena, ambas son gemelas, pero suelen ser muy diferentes.

—¿A qué te refieres?

—Gemma es como el significado de su nombre, preciosa por fuera, y muy dura por dentro. Siempre hace cosas para molestar a los demás, es muy sarcástica y su humor suele ser muy negro.

Puedo notar que la doctora escribe en su libreta, pero no me esfuerzo en intentar leer lo que escribe, así que me quedo mirando el piso.

—¿Qué me dices de Chloe?

—Con ella tengo una mejor relación, soy mas unida a ella que a Gemma. Chloe es muy divertida y siempre intenta alegrar a los demás.

—Me dijiste que ambas son gemelas pero muy diferentes...

—¿Estamos aquí para hablar de mis hermanas?— la interrumpo.

—No, Hazel, estamos aquí para hablar de todo lo que puede afectarte.

—No son mis hermanas lo que me afecta.

—Hablé con tus padres sobre lo que hiciste por la muerte de...

—No lo menciones— la interrumpo y levanto mi mirada del suelo para poder mirarla fijamente.

—Tus padres y yo creemos que lo más indicado es un cambio de ambiente para ti. ¿Qué te parece una nueva ciudad, una nueva escuela, nuevos amigos...?

Pensándolo bien, la idea me gusta. No puedo seguir así, no puedo seguir así. Quiero sonreír, quiero vivir.

—Quizás no sea una mala idea— es lo único que digo.

Esta psicóloga es diferente, hay algo especial en ella que me inspira confianza, no es como los otros especialistas que he visitado.

2 meses después, nos mudamos a Sindwill, la ciudad dónde mis padres nacieron y crecieron. Mis hermanas y yo continuamos nuestros estudios ahí—por supuesto ellas en la universidad y yo en la secundaria—.

Ahora sí, estoy preparada para una nueva vida.

Mi Amor y DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora